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Una Casa Blanca de jengibre

Los invitados a las 24 fiestas de Bush degustarán 200 toneladas de gambas, otras tantas de cangrejo y 5.000 tartas entre 300 metros de guirnaldas y 17 árboles de Navidad

El edificio tiene chocolate para unir sus piezas y mazapán sobre los árboles.
El edificio tiene chocolate para unir sus piezas y mazapán sobre los árboles.REUTERS

Rojo por todas partes y en distintas tonalidades -carmesí, escarlata y fucsia- es la arriesgada apuesta de la primera dama estadounidense, Laura Bush, para la decoración de su hogar, la Casa Blanca, en las próximas Navidades. Como todos los años, la residencia presidencial abre sus puertas a miles de visitantes a lo largo de diciembre y despliega su parafernalia navideña, con la réplica de la Casa Blanca en pan de jengibre y el gigantesco abeto incluidos. Pero, esta vez, el matrimonio Bush ha tirado la casa por la ventana.

Bajo el lema Deck the Halls and Welcome All (Adorna la Entrada y Da la Bienvenida a Todos), casi dos toneladas de gambas, otras tantas de pinzas de cangrejo, 300 metros de guirnaldas, 17 árboles de Navidad y 5.000 tartas recibirán a unos 10.000 invitados a las 24 fiestas planeadas.

Esta noche, se ofrecerá el primer festejo prenavideño, con el presidente, George W. Bush, recién llegado de su gira por Europa y Oriente Próximo. El evento será sólo la culminación de un prolongado esfuerzo de varios meses, desde que, a comienzos de primavera, Laura Bush decidió el lema navideño y el equipo de decoradores y cocineros se puso a idear la celebración.

Un abeto de Pensilvania

La elección del rojo como color dominante tiene su génesis en la Habitación Roja de la Casa Blanca, que, según ha dicho Laura Bush a la cadena de televisión ABC, "es la sala donde las primeras damas han servido el té tradicionalmente". El rojo imperante, que además es el color por el que se identifica al Partido Republicano en EE UU, tan sólo se verá alterado por el verde de los abetos y de las réplicas en hiedra de los perros del matrimonio, Barney y Miss Beazley.

Para el menú de sus banquetes, los Bush han elegido algunos de los platos favoritos de la casa: filete de pollo frito en su salsa, tamales, cóctel de gambas y la especialidad de la chef de la Casa Blanca Cristeta Comerford, un soufflé de batata. Aunque sin ninguna duda, la estrella decorativa y culinaria será la enorme casa de jengibre hecha a imitación de la Casa Blanca, que tiene chocolate para unir sus piezas y mazapán sobre los árboles.

En otra de las tradiciones más arraigadas en el hogar presidencial, Laura Bush ha recibido hoy el árbol de Navidad que le regaló una familia de Pensilvania. El abeto afortunado, de más de seis metros de altura, se decide en el concurso anual de árboles de Navidad, cuyo ganador recibe la oportunidad de colocar su planta en la Sala Azul de la Casa Blanca.

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