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Condenada a 30 años de cárcel la mujer que ahogó a sus dos hijos en una bañera en Barcelona

El jurado popular la declara por unanimidad culpable de dos delitos de asesinato

María Rosa M.A., de 34 años, la mujer que ahogó a sus dos hijos en la bañera de su casa de Barcelona, ha sido condenada hoy a 30 años de prisión en una sentencia in voce, después de que el jurado popular que la juzgaba la haya declarado por unanimidad culpable de dos delitos de asesinato. En su veredicto, que se ha hecho público esta tarde en la Audiencia de Barcelona, el jurado ha admitido que la acusada sufría un trastorno límite de la personalidad cuando cometió el crimen, pero que ello no alteraba sus capacidades mentales.

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Tras conocerse el veredicto, el magistrado presidente del jurado, Santiago Vidal, ha dictado sentencia in voce -que se ha comprometido a redactar en un plazo de cinco días-, en la que ha condenado a la acusada a la pena mínima por dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco y las atenuantes de confesión y reparación parcial del daño. En opinión del tribunal popular, María Rosa M.A. es culpable de asesinato porque "buscó conscientemente la indefensión" de sus hijos, de ocho meses y dos años, al esperar a que el padre se marchara para matarlos y dado que ella misma calificó así el doble crimen cuando llamó a la policía para confesar los hechos.

El jurado ha basado, además, su decisión en la declaración de un agente de la policía que explicó en el juicio que la misma acusada le dijo que había aprovechado la ausencia de su compañero sentimental para cometer el crimen. El veredicto descarta por unanimidad el estado de "casi enajenación" de la acusada, que apuntaron los peritos, y considera que María Rosa M.A. entendía el alcance de sus actos porque relató los hechos a la policía "con plena conciencia" y telefoneó a su marido, que estaba de viaje, para advertirle de que recogiera los tickets de la autopista con el fin de disponer de una coartada que lo exculpara del crimen.

Un "profundo arrepentimiento"

Recuerda también el jurado popular que, antes de arrojarse por la terraza con la intención de suicidarse, la acusada cortó las cuerdas de su tendedero de ropa para evitar que amortiguaran su caída. Por ocho votos contra uno, el tribunal popular ha apreciado la atenuante analógica de reparación parcial del daño que proponía la defensa, puesto que la acusada expresó a su pareja su "profundo arrepentimiento" por lo que había hecho y ha obtenido el perdón del padre de los niños, como él mismo afirmó en el juicio. El jurado ha sido unánime al tener en cuenta la atenuante de confesión en el doble crimen, una circunstancia que apreciaron tanto la fiscalía como la defensa en sus conclusiones definitivas.

Una vez leído el veredicto, el fiscal ha reiterado su petición de 36 años de cárcel para la acusada y ha sostenido que la atenuante de reparación del daño apreciada por el jurado plantea "dudas jurídicas", mientras que la defensa ha pedido que la mujer fuera condenada a la pena mínima por asesinato con las atenuantes mencionadas. En su sentencia, Vidal ha aceptado la atenuante de reparación del daño y ha condenado a la acusada a 30 años de cárcel aunque ha establecido un límite máximo de cumplimiento de pena de 25 años. De acuerdo con la decisión unánime del tribunal popular, el magistrado ha denegado la posibilidad de que la acusada obtenga una suspensión condicional de la pena y ha preferido no pronunciarse por el momento sobre un posible indulto para María Rosa M.A.

En su último turno de palabra, la condenada se ha limitado a señalar que no recuerda haber dicho a la policía que aprovechó la marcha de su pareja para acabar con la vida de los dos niños. En su declaración en el juicio, María Rosa M.A. explicó que ahogó a sus dos hijos en la bañera de su piso de la Vía Julia de Barcelona porque se sentía responsable de ellos y no quería dejarlos solos tras su suicidio, con el que pretendía poner fin a los "miedos inexplicables" que la acechaban desde hacía meses. Tras el doble crimen, ocurrido en junio del año pasado, la acusada se arrojó al vacío desde la terraza del edificio, aunque un tejado de uralita amortiguó su caída y evitó su muerte.

María Rosa M.A., de 34 años, durante una sesión del juicio, celebrado en la Audiencia de Barcelona.
María Rosa M.A., de 34 años, durante una sesión del juicio, celebrado en la Audiencia de Barcelona.JORDI ROVIRALTA

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