_
_
_
_
_

De geólogo a informático de éxito

Stefanini, la firma brasileña de tecnologías de la información, sortea la crisis

Marco Stefanini, presidente y consejero delegado de Stefanini IT Solution.
Marco Stefanini, presidente y consejero delegado de Stefanini IT Solution.

El empresario brasileño Marco Stefanini se considera un hijo de la crisis. No de la actual recesión por la que atraviesa Brasil, sino del caos de la década de los ochenta, con la economía hundida por la hiperinflación y una serie de erráticos planes económicos. En aquella época, recién licenciado en Geología, en el paro y viendo como cada vez eran menos las oportunidades en su área, Stefanini se vio obligado a dejar atrás la carrera soñada y optar por un plan B. Empezó un curso de aprendiz de análisis de sistemas en Bradesco, el mayor banco privado del país, y se introdujo en el prometedor mundo de la tecnología de la información (TI).

A los 26, ya familiarizado con su nueva profesión, fundó, en el despacho de su casa, la Stefanini IT Solution, especializada en formación en el área de TI. Aunque el espacio era pequeño, era perfecto para una empresa que solo tenía un empleado: el dueño. Solo el año siguiente Stefanini consiguió alquilar un despacho en la céntrica avenida Paulista, en São Paulo. “Al no tener muchas opciones, tuve que aprender a disfrutar de lo que hacía y olvidarme de aquella historia de hacer lo que uno ama y siempre ha soñado”, cuenta.

Hoy, casi tres décadas después, la empresa que empezó en una habitación de su casa es la quinta compañía más internacional de Brasil, con presencia en 39 países, y el año pasado facturó 2.600 millones de reales (640 millones de euros), un crecimiento del 11% con relación a 2014. Desde entonces, los servicios que presta la empresa también se han diversificado y ofrecen consultoría y desarrollo de soluciones para distintas áreas: mercado financiero, telecomunicaciones, aseguradoras y administración pública.

Según la empresa, Europa ha sido la región que más ha contribuido –con casi el 20%– al crecimiento multinacional del último año. La mayor parte de los ingresos todavía provienen de Brasil (el 60%), pero esa proporción puede cambiar. Con una posible reducción de inversiones en el sector de servicios de tecnologías de la información en el mercado nacional brasileño, sumido en una fuerte recesión económica que puede hacer que este año el país pierda un 4% de su PIB, las operaciones internacionales deben ocupar más espacio en la facturación de la empresa.

El 60% de los ingresos viene de su mercado de origen, pero esto está cambiando

Incluso ante un panorama adverso y con la devaluación del real frente al dólar, el empresario afirma que la compañía no va a pisar el freno en 2016. Ahora la idea es fortalecer la estrategia adoptada hace algunos años y que sigue funcionando: la expansión internacional. Este año, Stefanini ha comprado la empresa colombiana Sysman y está estudiando nuevos negocios para aumentar todavía más su internacionalización.

En 2015, inició una nueva operación en Singapur con el objetivo de ampliar los operaciones en el sudeste asiático. Además de un despacho, la empresa también abrió un centro de investigación y desarrollo en el país. “Singapur está invirtiendo en el desarrollo de tecnología punta y, por eso, creemos que tiene las condiciones necesarias para liderar el proceso de innovación en el mundo”, explica.

En Brasil, Stefanini también ha adquirido una serie de empresas para complementar la cartera de productos que ofrece y ayudar a mejorar los resultados. Entre sus adquisiciones se encuentran, por ejemplo, IHM Engenharia, dedicada a la tecnología industrial, y Tema Sistema, que crea soluciones para instituciones financieras.

Sin embargo, las estrategias para adquirir dentro y fuera del país son opuestas. “En el exterior, compramos empresas parecidas a las nuestras, ya que tenemos más dominio de la situación. Es una forma de reducir riesgos. Pero en Brasil queremos diversificar nuestra cartera, aportar algo nuevo”, explica.

La empresa facturó 640 millones el año pasado 

Aunque la empresa haya presentado buenos resultados, su fundador admite que Stefanini siente la presión de la mayor recesión brasileña de los últimos tiempos. “El margen de beneficios de nuestros clientes disminuye, y ellos empiezan a reducir costes y quieren renegociar los valores de los servicios que prestamos. Estamos trabajando mucho para minimizar los efectos de la crisis”, afirma.

Aun así, el empresario explica que como la compañía “goza de una buena salud financiera, el campo de acción es más amplio” para defenderse en un panorama adverso en un mercado tan grande y competitivo. “Tenemos una capacidad de inversión y de reinventarnos que nos ayuda a sobrevivir en los períodos difíciles, somos muy flexibles”, dice.

Períodos que no siempre conllevan solo desafíos económicos, sino también tecnológicos. Stefanini ya ha pasado por cinco fases de transformación. Una de las más impactantes fue la época en que los grandes ordenadores, llamados mainframes, se remplazaron por máquinas menores. La empresa pasó por un período complicado y la facturación bajó, hasta que los empleados aprendieron a dominar aquella tecnología.

“Ya hemos pasado por los mainframes, los ordenadores personales, y ahora estamos en el mundo digital de distintas plataformas. Esos cambios pueden significar una amenaza pero, hasta el momento, hemos conseguido transformarla en una gran capacidad de crecimiento”, explica. Y, si del empresario depende, pasará lo mismo con la crisis económica.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_