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Una parte de la rebaja del IRPF de Rajoy depende de las comunidades

Hacienda tendrá que pactar con las comunidades para que rebajen su tramo autonómico si quiere que el ahorro para los contribuyentes sea de 1.500 millones como prometió Rajoy

Jesús Sérvulo González
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al anunciar la bajada del IRPF:
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al anunciar la bajada del IRPF:Chema Moya (EFE)

"El coste definitivo de las medidas concernientes al IRPF dependerá de las decisiones que adopten las comunidades autónomas". Esta frase extraída de la memoria de la reforma fiscal aprobada a finales de 2014 es aplicable a la nueva rebaja del impuesto anunciada por el presidente del Gobierno el pasado jueves. Mariano Rajoy avanzó que aplicará desde el 1 de julio la rebaja prevista para el 2016. La reforma fiscal preveía reducir el IRPF en dos fases una primera parte en 2015, que ya ha entrado en vigor, y otra en 2016, que ahora se adelanta a julio.

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El primer impacto de la nueva rebaja, que Rajoy estimó en unos 1.500 millones de euros, lo asumirá el Estado. Las retenciones que aplican las empresas sobre las nóminas de los contribuyentes se basan en las tarifas estatales. Y esas reducirán el tramo mínimo del 20% al 19% y el máximo del 47% al 45%. El problema surgirá al presentar la declaración de la renta de 2015 en junio del próximo año. Porque ahí habrá que tener en cuenta que la mitad de la tarifa depende de las comunidades.

Estas han regulado el impuesto, lo que ha ampliado las diferentes fiscales entre los territorios. Por ejemplo, Cataluña, Asturias y Andalucía son los territorios con el tramo autonómico más alto. Por el contrario, Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha, son las que tienen los tipos más bajos. El coste final de la medida dependerá de que las autonomías adapten su tramo al estatal.

Así que el Ministerio de Hacienda tendrá que negociar con los nuevos Ejecutivos autonómicos que acaban de salir de las urnas para que adapten el tramo regional al estatal si quieren que la rebaja tenga todo el efecto deseado. En Hacienda admiten que las comunidades tendrán que decidir si se adaptan a la nueva tarifa y que el coste total dependerá de las escalas de gravamen y los mínimos personales y familiares que aprueben. Desde el Departamento que dirige Cristóbal Montoro han convocado dos reuniones del Consejo de Política Fiscal (CPFF) para tratar entre otras cosas este asunto.

Pero el panorama al que se enfrenta Hacienda es más complicado que el de hace un año cuando casi todas las comunidades estaban gobernadas por el PP. Tras las elecciones del pasado mayo muchas autonomías han cambiado de color y podrán decidir que no quieren bajar más los impuestos.

12 autonomías ya bajaron

Casi todas las autonomías ya decidieron a finales de 2014 rebajar el IRPF, con las elecciones autonómicas de fondo. Doce de las 15 comunidades de régimen común aprobaron para este año bajadas para aproximar el tramo autonómico al que aplicaba el Estado desde principios de 2015. Solamente Galicia, Cataluña y Andalucía renunciaron a reducirlo. El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, avanzó el pasado jueves, durante el discurso de investidura, que armonizará el tramo autonómico al estatal.

Mientras tanto, en Hacienda ultiman cómo aplicar la rebaja. Admiten que existe gran dificultad técnica de aprobar la rebaja a mitad del año. El presidente de los técnicos de Hacienda (Gestha), Carlos Cruzado, explicó que podrían surgir problemas de coordinación, a la hora de saber qué gastos e ingresos corresponden a cada periodo o cómo se aplicarían las deducciones.

La rebaja del impuesto sobre la renta adelantada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado jueves dependerá en buena medida de las comunidades autónomas. El jefe del Ejecutivo cuantificó en 1.500 millones el impacto de la medida. Las autonomías tienen cedido el 50% del impuesto. Y tendrán que decidir si adaptan la escala regional al nuevo tramo estatal. La cuantía podría ser menor si se resisten a ajustar los nuevos gravámenes. Casi todas las autonomías ya rebajaron el impuesto este año. Hacienda ultima la aplicación de la rebaja y admite la complejidad técnica de hacerlo a mitad de año.

La reducción fiscal será de unos 11 euros al mes

La rebaja del IRPF avanzada por Mariano Rajoy el pasado jueves tendrá un impacto limitado en la nómina de la mayoría de los contribuyentes. La medida tendrá un coste de 1.500 millones, según avanzó el presidente del Gobierno. El año pasado presentaron la declaración del IRPF unos 19 millones de contribuyentes. Según estos datos, cada uno se ahorrará de media unos 11 euros en la próxima nómina (79 euros en las siete pagas restantes).

Otros cálculos realizados por EL PAÍS partiendo de las tarifas avanzadas por el Gobierno para los años 2015 y 2016 al aprobar la reforma fiscal, revela que un trabajador con un sueldo bruto de 20.000 euros, soltero y sin hijos, pagará unos 8 euros menos de impuestos al mes. Otro contribuyente con un sueldo bruto de 35.000 euros verá como su próximo salario aumentará en 18 euros. La diferencia de las familias con hijos respecto a los que no tienen será mínima con esta nueva rebaja. Como estos cálculos están realizados como si el tramo autonómico fueran igual que el estatal puede ocurrir que al presentar la declaración el próximo año hubiera algunas diferencias.

No obstante, el efecto sobre la nómina podría ser mayor. El Gobierno aprobará el decreto el próximo viernes. Y las empresas, sobre todo las multinacionales que tienen complejos programas informáticos, tardarán algunas semanas en aplicar las nuevas retenciones. Esto podría provocar que si una empresa comienza a aplicar las retenciones en septiembre repartirá la rebaja devengada en medio año entre cuatro meses. De esta forma, el impacto sobre la nómina parecería que es mayor aunque la cuantía final será la misma. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaria, se refirió tras el consejo de ministros de ayer a la nueva rebaja. “Contribuimos a devolver a los ciudadanos el esfuerzo fiscal que les pedimos, de tal manera que a finales de 2015 la mayor parte de las rentas pagarán menos impuestos de los que pagaban en 2011”, indicó.

Luis del Amo, experto del Consejo General de Economístas (REGAF-REAF), admite la complejidad de aplicar la rebaja en mitad del año. Recuerda que hay antecedentes pero entonces se aplicó la nueva tarifa para todo el año. Ahora el Gobierno prepara una escala intermedia entre la de 2015 y la que se aplicaría en 2016 para que funcione durante todo el año. Juan Manuel Moral, socio de KPMG Abogados, confía que la rebaja del IRPF avanzada por Rajoy afecte también a las rentas del capital. Aunque explica que el impacto será más tibio.

La rebaja fiscal aprobada a principios de este año está teniendo menos coste del que había calculado el Ejecutivo. Según la última estadística de la Agencia Tributaria, hasta mayo el impacto de la rebaja fiscal ascendió a 1.199 millones en el impuesto sobre la renta.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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