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Yellen garantiza que no cogerá a los mercados por sorpresa

La presidenta de la Reserva Federal habla también de los peligros a la estabilidad financiara asociados a tipos tan bajos

Janet Yellen, a la izquierda, conversa con Christine Lagarde
Janet Yellen, a la izquierda, conversa con Christine LagardeMANDEL NGAN (AFP)

Junio, después del verano, final de año o incluso comienzos de 2016. Janet Yellen, en una conversación con Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, evitó marcar en el calendario el momento en el que la Reserva Federal subirá finalmente los tipos de interés. Además, la presidenta del banco central de Estados Unidos aseguró que está prestando mucha atención a los riesgos para evitar que un cambio de política acabe afectando a la estabilidad financiera.

La responsable de la Reserva Federal señala que “el alza de tipos llegará en el momento adecuado”

“No queremos coger a los mercados por sorpresa”, garantizó Yellen en una charla pública que mantuvo con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional. Explicó que una estrategia como la actual en EE UU, como en otros países, es “necesaria” para poder apoyar la creación de empleo y el crecimiento económico. Pero sí admitió que los tipos de interés  tan bajos pueden ser un incentivo al riesgo si se mantienen más de lo debido y pueden crear inestabilidad.

Ese riesgo, en este momento, es “moderado” aunque señaló que la valoración general del mercado es "bastante alta" y eso crea "un peligro potencial". Yellen, como Lagarde, evitó hablar de burbujas aunque sí dijo que está siguiendo muy de cerca la situación por si se ve obligada a actuar. Lo que tampoco descartó es que, cuando llegue el cambio de política, se produzca un alza repentina en los tipos largo plazo que se aplican a los bonos, como se vio hace dos años.

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“El alza de tipos llegará en el momento adecuado”, afirmó. Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, dijo el lunes que no hay motivos para ir con prisas y, en su opinión, cree que lo más apropiado sería esperar hasta el año que viene. El plan para la vuelta a la normalidad monetaria se vio aguado por el estancamiento de la economía en el primer trimestre.

Es más, los bancos de inversión dan por hecho que la segunda lectura del indicador saldrá negativa, con una contracción de medio punto. El segundo trimestre no pinta mucho mejor. Los modelos de la Fed indican que el crecimiento no superará el 1%. El sector privado, por ejemplo, creó 169.000 empleos en abril, el ritmo más bajo desde enero del pasado año.

El indicador de paro se conocerá el viernes y será clave para poder anticipar si habrá alza de tipos en junio, aunque sea simbólica. El comunicado de la última reunión señala que el frenazo a comienzos de año se debe a factores “transitorios”. Lo que no indica la Fed es cuánto y por cuánto. Yellen insistió ante Lagarde que será cuidadosa y comunicará antes cualquier movimiento.

Cambio de cultura

La presidenta de la Reserva Federal y la directora gerente del FMI participaron en un foro organizado por el Institute for New Economic Thinking. La intervención inicial de ambas se centró en el papel que deben jugar las instituciones financieras en la economía y la sociedad, para reducir los desequilibrios. La presidenta de la Fed criticó que estas firmas crearan un clima que llevó a la toma excesiva de riesgos y provocó el derrumbe del sistema.

Por este motivo justificaron las medidas que se están adoptando para elevar los niveles de liquidez como “apropiadas”, equivalentes al daño que pueden llegar a crear. Yellen las ve como un “incentivo” para que las grandes entidades financieras reduzcan el riesgo y así evitar en el futuro que los gobiernos tengan que salir de nuevo a su rescate, a costa del contribuyente.

“Los progresos en la reforma mejoraron la resistencia del sistema pero el riesgo a la estabilidad está subiendo y rotando”, advirtió Lagarde. En este sentido, habló de la migración del riesgo desde el sector bancario al no bancario. “Hay que construir un sistema que sirva a la sociedad”. Para ello defendió un cambio de cultura. “No creo que una banca responsable tenga que ser aburrida”, concluyó.

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