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Estudios de mercado exprés

Beeplay y Roamler pagan a usuarios de móviles para recoger datos de consumo

Enric Navarro (derecha) y Gerard Galvan son los creadores de la aplicacion de tareas de negocios Beeplay Barcelona.
Enric Navarro (derecha) y Gerard Galvan son los creadores de la aplicacion de tareas de negocios Beeplay Barcelona.Consuelo Bautista

Una marca de alimentación creía que una gran cadena de supermercados no colocaba sus productos donde debía y que esto perjudicaba sus ventas. Su responsable tenía que verificarlo antes de una reunión, pero no contaba con la logística necesaria. Así que acudió a la aplicación de móviles Roamler, que un sábado a la una de la tarde propuso a sus más de 5.000 usuarios que visitaran estos locales y fotografiaran la mercancía a cambio de cuatro euros. A las nueve de la noche, la empresa ya contaba con datos de 1.300 locales que confirmaban las sospechas de su cliente.

En España operan al menos dos aplicaciones que permiten externalizar diferentes servicios como el de investigación de mercado o incluso el de control de calidad echando mano de miles de personas que solo deben cumplir un requisito: tener un smartphone (teléfono inteligente). La holandesa Roamler y la catalana Beeplay ofrecen a sus usuarios remuneraciones que oscilan entre los 2 y los 50 euros por realizar pequeñas tareas cerca de donde se encuentren. Como resultado, obtienen información valiosa para sus clientes.

Algunos van a una perfumería a preguntar por un tipo de producto para comprobar que la dependienta entrega las muestras que debe. Otros graban un vídeo en un supermercado recorriendo una estantería y explican qué marcas le han llamado más la atención y por qué. “Además de la rapidez, ofrecemos la perspectiva del consumidor, que llega allí sin ideas previas y te enseña lo que encuentra”, afirma la portavoz de Roamler en España, Carlota Lasierra.

Beeplay, en cambio, se centra en clientes digitales. “Por ejemplo, hay un comparador de precios de supermercados al que le hacen falta fotos de productos de marca blanca. Nuestros usuarios van al establecimiento y las toman a cambio de dinero”, explica Enric Navarro, uno de sus fundadores. En su primer año de actividad en España, Roamler ha tenido una veintena de clientes y Beeplay, una decena.

El profesor de Márketing Digital de Esade, Franc Carreras, reconoce que aplicaciones como estas pueden ser revolucionarias: “Por un lado, abren el acceso a investigaciones de mercado a empresas con menos presupuesto que no tienen un departamento que se dedique a esto. Por otro, crean la oportunidad de plantear estudios que antes no se podían hacer”. Pero se muestra escéptico en cuanto al éxito que puedan tener como empresas. “Los modelos que remuneran a los usuarios suelen fracasar. A menos que la compensación económica sea interesante, la gente se cansa. Como pasó con las que pagaban por ver anuncios”, asegura.

De momento, Beeplay y Roamler tienen el problema opuesto. “Las tareas vuelan, tengo que estar pendiente del teléfono para poder pillar una”, asegura Ana Martínez, una usuaria que ha llegado a ganar 100 euros en un mes con una de estas aplicaciones.

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