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Portugal, en contra de perdonar o renegociar la deuda griega

El primer ministro recuerda que ya fueron solidarios con Grecia al prestarle 1.100 millones de euros

El primer ministro de Portugal, el centrista Pedro Passos Coelho, se ha mostrado contundentemente en contra de una cumbre europea para tratar la deuda griega y, concretamente, su renegociación o parcial condonación. “No es una perspectiva entusiasmante para los países que consiguieron resolver sus problemas”, ha señalado.

En la sesión quincenal de control parlamentario, Passos Coelho no ha tenido ambigüedad alguna sobre la posición de su Gobierno. Las apelaciones a la “solidaridad de los pueblos” de la oposición y concretamente de la líder del Bloco de Esquerda, Catarina Martins, no hicieron mella en el primer ministro, que recordó que Portugal ya había sido solidario con Grecia al prestarle 1.100 millones de euros, al igual que los habían sido otros “pueblos del sur".

Passos Coelho, siempre de perfil comedido, fue contundente en esta cuestión: “No estaré al lado de ninguna conferencia para restructurar o perdonar deuda”. Y para ello recordó al Parlamento los sacrificios del pueblo portugués para salir de la vigilancia de la troika, que durante tres años, tuvo intervenidas las finanzas del país, “que realizó un esfuerzo con éxito para resolver sus problemas”.

"No creo que sea una perspectiva emocionante para los países que hicieron un esfuerzo con éxito para resolver sus problemas de desequilibro externo, que tuvieron que garantizar fórmulas extraordinarias de financiamiento en condiciones difíciles y que saben lo que les costó negociar programas de ajuste que son difíciles. Yo no quiero volver a pasar por ese proceso, que sería lo que ocurriera si yo hoy anunciase que Portugal quiere renegociar su deuda”.

El primer ministro, que en octubre se enfrenta a unas elecciones legislativas, respondió a las preguntas del Partido Socialista, PCP y del BE sobre la proposta del primer ministro griego, Alexis Tsipras, para convocar una conferencia europea sobre la renegociación de la deuda. "¿Estará al lado de la conferencia o al lado de la especulación financiera?", le preguntó la bloquista Martins. “¿Va a estar con los países del Sur o con Merkel?”. Passos no tuvo dudas: con los países que cumplen sus compromisos.

El primer ministro había calificado el programa electoral de Syriza de “cuentos infantiles”, por lo que la oposición le exigió que comentara el éxito de este partido. "Espero que Grecia resuelva sus problemas y encuentre su camino, sin embargo, el respeto que debemos al Gobierno de Grecia, este también se lo debe a los otros. Dentro de la Unión Europea, todos debemos ser respetados. Las opciones que cada uno sigue deben ser aclaradas, y espero que en Grecia lo sean”.

El portavoz socialista Ferro Rodrigues no quiso identificarse con “algunas posiciones populistas” de Syriza, “pero nos parece más peligroso la tentación de los halcones de hacer de Grecia una especie de vacuna contra cualquier cambio”.

En la polémica transeuropea sobre austeridad, sí; austeridad, no, Passos Coelho se reafirmó en la bondad de los programas de austeridad. “No ha habido ningún fracaso estrepitoso de la austeridad”, afirmó en la sesión parlamentaria del viernes. “¿Se entiende por fracaso el crecimiento de la economía? ¿Qué sería el fracaso, pedir otro rescate?”.

Igual de contundente se mostró su viceprimer ministro, Paulo Portas (CDS), sobre una renegociación de la deuda griega. En el acto de entrega a Isidro Fainé (Caixabank) del premio al mejor gestor ibérico, recordó que Grecia había pedido 300.000 euros de fondos europeos y Portugal solo 70.000, pero que el sacrificio de los portugueses empezaba a ver sus frutos.

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