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El 45% del empleo creado por nuevas empresas desaparece durante la crisis

El pequeño tamaño de las compañías y la falta de formación lastra su productividad

Cristina Delgado

De cada 100 empleos que las empresas de nueva creación generaron en 2007, cerca de 45 habían desaparecido cinco años después. Y el autoempleo tiene una tasa de destrucción todavía mayor en España: de los autónomos que se dieron de alta justo cuando la crisis hacía aparición, tres años después solo la mitad seguían registrados, y un lustro más tarde, el 60% se habían dado de baja. El problema es que el tamaño reducido de las empresas y la falta de profesionalidad entre sus dueños lastran la productividad, lo que debilita los puestos de trabajo nuevos, según un amplio estudio elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

“El peso de las microempresas en España es superior al de otros países. Y las que sobreviven, tienen enormes dificultades para generar empleo adicional”, señala Francisco Pérez, director de investigación del IVIE. “La productividad de las empresas medianas y grandes es mayor. Por eso la clave está en lograr que las empresas españolas crezcan”, considera.

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El tejido empresarial español está dominado por las pymes. El 93,8% de las empresas tienen menos de 9 trabajadores. En Alemania, ese grupo de microempresas se reduce al 81,8%, en favor de compañías medianas y grandes. “Las empresas, según van adquiriendo cierto tamaño, profesionalizan su dirección. La separan más de la propiedad. La productividad es más alta y la generación de empleo, también”, asegura el investigador de IVIE.

El estudio, presentado ayer y en el que también ha colaborado la Universidad de Valencia, señala que en 2013 solo las empresas de más de 250 trabajadores habían recuperado el nivel de empleo anterior a la crisis. Tomando 2006 como base 100, las microempresas en 2013 todavía estaban ocho puntos por debajo en cuanto a empleo se refiere. Y las pequeñas (entre 10 y 49 asalariados), 22 puntos por debajo.

El nivel de creación y desaparición de empresas, según señala el catedrático de Análisis Económico Javier Quesada, no es muy distinto del de los vecinos del euro. La diferencia, subrayan, es que las empresas que sobreviven en España son más débiles. Mientras que en este país el 45% de los puestos de trabajo creados por nuevas compañías habían desaparecido en 2012, en Alemania la tasa de mortalidad se redujo al 25% y en Francia, ese centenar de empleos incluso floreció: aumentó un 20% cinco años después. “El estancamiento de las pequeñas empresas se debe en parte a que el actual marco jurídico y laboral, y los incentivos fiscales en muchos casos, desalientan su crecimiento y frenan su productividad”, considera el estudio del IVIE.

Solo cuatro de cada diez autónomos continúan en activo cinco años después

“Buena parte del empleo que se crea, se destruye. Por eso hay que elevar el objetivo de creación, y para eso, hay que favorecer que las empresas crezcan”, insiste Quesada. Las ayudas a los emprendedores y las bonificaciones para nuevos autónomos se han ido extendiendo. Pero no las ayudas al crecimiento.

Y todavía hay normativas con efectos perversos sobre el tamaño de las compañías. Los investigadores del IVIE citan un ejemplo: si en dos años una empresa sube de 50 empleados, gana más de 5,7 millones y tiene más de 2,85 millones en activos, deberá auditar las cuentas. Pero si no se cumplen dos de esas premisas, puede evitar contratar al auditor, lo que podría llevar a la compañía a evitar hacer contratos y reducir sus beneficios. “Ya se han hecho algunos cambios para evitar ese tipo de efectos, como el nuevo sistema de módulos o la unificación del impuesto de sociedades a partir de 2016. Pero quedan cosas que estudiar”, señala Quesada. Los responsables del estudio piden también revisar las “carencias formativas” de los titulados españoles, así como de los sistemas de formación para los parados.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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