El Tesoro supera el objetivo de la subasta tras pagar el interés más alto del año

El Tesoro Público ha cerrado la subasta por encima de los objetivos, al colocar 2.075 millones de euros con tres tipos diferentes de bonos frente a un rango previsto que iba de los 1.000 a los 2.000 millones, lo que en cualquier caso era una meta asequible. Sin embargo, el instituto emisor ha acusado el repunte de las tensiones en los mercados que han provocado las dudas sobre Bankia y la recapitalización del sector bancario, así como la incertidumbre sobre Grecia, ya que se ha visto obligado a comprometer el interés más alto en lo que va de año por sus bonos a 10 años.

También ha aumentado con fuerza la rentabilidad que los inversores exigen para apostar su dinero en los títulos a tres y cuatro años mientras, por lo que respecta a la demanda, ha subido el apetito por el papel del Estado, lo que denota que, aunque sea a un alto coste, España sigue contando con la confianza del mercado. En total, la demanda ha superado en 3,2 veces la oferta, aunque para los títulos a menor plazo ha llegado a multiplicar por cuatro el número de títulos vendidos.

El instituto emisor ha vendido 611 millones con títulos que vencen el 31 de enero de 2022 y cupón del 5,85%. Para ello, el Tesoro ha comprometido un interés marginal (el último antes de cerrar la subasta) del 6,121%, por encima del 5,778% de la última operación con este mismo tipo de bonos realizada en abril y el nivel más alto del año. No obstante, pese a la subida, se ha quedado lejos del 7,088% que se vio obligado a ofrecer en noviembre, antes de que el BCE interveniese con la barra libre de liquidez para la banca que motivó una importante mejora en los mercados de deuda.

Los efectos de esta lluvia de dinero barato, en cualquier caso, se han diluido en los dos últimos meses a medida que aumentaban las dudas sobre España, sus bancos y la crisis de deuda. Este deterioro de las condiciones para financiarse también se ha dejado notar claramente en los otros dos tipos de bonos subastados. Con los títulos de vencimiento en octubre de 2014 e interés nominal del 3,30% se han adjudicado 638 millones a un tipo marginal del 4,483%, frente al 3,52% de la anterior subasta de abril, la única realizada en lo que va de 2012 con este mismo tipo de bono. Por último, ha vendido 825 millones con títulos a devolver en octubre de 2016 y cupón del 4,25%. Su rentabilidad ha subido en más de un punto porcentual hasta el 5,443%, también la más alta del año.

Desde el Ministerio de Economía han destacado que el incremento de los intereses se ha situado en el rango medio al que cotizaban estos mismos títulos en el mercado secundario durante los últimos días, por lo que sostienen que "el Tesoro no se ha visto forzado a pagar un sobrecoste".

El resultado de la operación no ha cambiado el paso en los mercados financieros, que están prorrogando la mejora de las jornadas anteriores. En las Bolsas, el español Ibex 35 ha llegado a avanzar un 1,6% tras remontar ayer un 2,41%. Mientras, en la deuda, la prima de riesgo ha bajado a 472 puntos básicos (4,72 puntos porcentuales), 22 menos que ayer. El diferencial con el bono de Alemania (el más fiable de euro), que es la prima de riesgo, ya cayó en la víspera en otros 15 puntos básicos y bajó de los 500 por primera vez desde el 25 de mayo.

La mejora se debe a la expectativa de que la solución para la crisis financiera en España empiece a tomar forma, tras conocerse la disposición de Alemania a suavizar las condiciones para rescatar a España a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Ante el reavivamiento de las turbulencias, el Tesoro público ha decidido echar el freno a la espera de mejores tiempos, es decir, de que los mercados le exijan menos dinero, y apela a “una estrategia de prudencia” en las próximas colocaciones de bonos. “Prudencia”, en este capítulo de la crisis, significa que el organismo prefiere las subastas con un montante reducido con tal de moderar los intereses a pagar. Dentro de esta tendencia, el máximo de 2.000 millones a los que aspiraba este jueves el organismo dependiente del Ministerio de Economía era el más bajo de todas las emisiones realizadas desde el estallido de la crisis de deuda en 2010.

Tal y como reconoció el pasado martes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con la prima de riesgo en máximos sobre los 500 puntos, España tiene muy complicado el acceso al mercado de la financiación.

Pese a las dificultades, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se mostró ayer confiado en que se cumplirían los objetivos de la subasta, tal y como así ha sucedido. También destacó que el Estado "está bien financiado". De hecho, por el momento, el Tesoro no tiene prisa y se agarra a su colchón dado  que lleva ya colocado el 58% del montante de deuda a medio y largo plazo (es decir, sin contar las letras) previsto para este año. Gracias a ello, va adelantado en el calendario. Por delante quedan más de 80.000 millones de deuda que amortizar hasta acabar el año, con dos vencimientos importantes, 18.625 millones en junio y 27.365 en octubre.

Desde Bruselas, la Comisión Europea (CE) vaticinó en la misma línea que Guindos que "la financiación del Estado español está asegurada", aunque pidió al gobierno "perseverancia" en sus esfuerzos para recuperar la "confianza" de los mercados con reformas y el saneamiento del sector bancario.

"Los desarrollos en el mercado de deuda reflejan las tensiones cuyo origen no se sitúa únicamente en España, sino que obedecen a incertidumbres diversas: la fragilidad del sistema financiero, los desarrollos en otros miembros de la zona euro y un contexto macroeconómico de ligera recesión en Europa", explicó este miércoles el portavoz económico de la CE, Amadeu Altafaj.