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La OCDE plantea que el fondo de rescates de la zona euro supere el billón de euros

El club de los países ricos cree imprescindible que Rajoy cumpla el ajuste de déficit Recomienda al BCE que se comprometa a mantener los tipos bajos durante un periodo largo El informe sobre la zona euro liga a España con Grecia, Irlanda y Portugal

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en una rueda de prensa.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en una rueda de prensa.AFP

El desarrollo de un fondo de rescates creíble, que convenza a los mercados de que es suficiente para afrontar las múltiples amenazas latentes de esta crisis, es una china en la agenda europea desde hace casi un año. Una vez más, los líderes de la zona euro se han conjurado para desbloquear el asunto, que capitalizará la reunión del Eurogrupo este viernes. Alemania, reacia a aumentar la dotación prevista, medio billón de euros, ha asumido que el fondo debe ser ampliado. Pero opta por una solución de mínimos, que permitiría coexistir parte del fondo de rescate provisional, con el nuevo mecanismo permanente. En total, podrían alcanzarse los 700.000 millones, una cantidad inferior a la que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomienda en un informe publicado hoy.

“Para suavizar las tensiones en los mercados, el fondo debería estar disponible en una escala suficiente para cubrir posibles requerimientos futuros de apoyo financiero”, indica el informe bianual del club de países ricos sobre la zona euro, que apunta a una cantidad superior al billón de euros. “Estas posibles necesidades podrían incluir las necesidades de refinanciación de los países vulnerables de la zona euro, un billón de euros los dos próximos años, y contribuciones a la recapitalización de la banca de la zona euro”, detalla el estudio de la OCDE.

Alemania se resiste a ampliar la capacidad de los fondos más allá de los 700.000 millones

La potencia de un billón de euros no es solo una cuestión simbólica. El objetivo es “enviar una señal a los mercados, que sepan que existe la fuerza y los instrumentos para frenar la especulación”, enfatizó Ángel Gurría en una conferencia de prensa en Bruselas. “Si el mercado espera 700.000, hay que ofrecerle un billón”, recomendó. A su lado, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, apenas quiso pronunciarse sobre el asunto: “Si he esperado dos años, puedo esperar tres días más”, bromeó en referencia al encuentro que mantendrán los ministros de Economía de la Unión Europea a partir del próximo jueves en Copenhague.

En la jerga de los organismos internacionales, España e Italia son ahora esos “países vulnerables”, y es el tamaño de la economía lo que justifica ampliar el fondo. A ellos también se refiere el informe al considerar imprescindible que “los países sometidos a vigilancia estrecha por los mercados cumplan con los objetivos presupuestarios acordados y preparen medidas adicionales por si fuera necesario”. Los economistas de la OCDE señalan el “riesgo de que la política fiscal que se requiere sea demasiado demandante en términos políticos y económicos”. Pero no ven otro camino.

Recomienda reformas estructurales para los países endeudados y con baja competitividad

Como es habitual, el club que aglutina a una treintena de países industrializados receta “reformas estructurales” para reactivar el crecimiento, sobre todo para aquellos países “que han acumulado altos niveles de deuda y pérdidas significativas de competitividad”, otro recado para España e Italia. Y un aval implícito a la política de Mariano Rajoy.

Sin embargo, en buena parte del estudio, no se relaciona al Gobierno de Mariano Rajoy con el de Mario Monti, sino con los Ejecutivos de Grecia, Portugal e Irlanda, los tres países intervenidos por la UE y el FMI. Sobre todo cuando incide en el ajuste fiscal. “Para países como Grecia, Irlanda, Portugal y España, la necesidad de recuperar la credibilidad y reducir déficit públicos abultados está requiriendo un ajuste fiscal procíclico”. Es decir, que agrava la recesión ya en marcha.

Preguntado sobre España, el secretario general de la OCDE se mostró “absolutamente convencido de que hay voluntad política y elementos técnicos” para cumplir con los objetivos de déficit. Gurría se mostró comprensivo con la propia interpretación que ha hecho el Gobierno español de las metas de déficit para este año, al elevarlo al 5,8% del PIB, por encima del 4,4% exigido por Bruselas (finalmente la Comisión Europea pidió que se quedase en el 5,3%), y recordó que la mayor parte de la desviación proviene de las comunidades autónomas.

Con los estrechos márgenes impuestos a la política fiscal, la OCDE insiste en que la política monetaria debe seguir incentivando la recuperación económica. Tras alabar al BCE por mantener los tipos bajos (en el 1%) y por sus macrosubastas de liquides, le recomienda incluso que manifieste un “compromiso con el mantenimiento de los tipos de interés en niveles bajos por un periodo prolongado”, a imagen de lo que ha hecho la Reserva Federal.

En la reforma financiera, la OCDE anima a afrontar un problema creciente: la concentración de la deuda pública que emite cada país de la zona euro en la banca de cada país. “La estrecha relación entre banca y gobiernos es muy arriesgada y crea incentivos inadecuados”, indican los economistas del club de países ricos, que piden que las nuevas normas afronten el problema.

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