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La discográfica EMI despide a 1.500 empleados y al 20% de sus artistas

La crisis de la industria obliga a la británica a cerrar fábricas y trasladar producción

La compañía de discos británica EMI ha comunicado hoy que planea eliminar 1.500 empleos en un intento por reducir sus gastos. Además, disminuirá un 20% el número de artistas que actualmente tiene en su catálogo y dejará de fabricar discos compactos en Europa y Estados Unidos para trasladar la producción a países con menor coste.

La crisis del sector discográfico ha obligado a la británica EMI a replantear su negocio, a pesar de que su facturación no es de las que más ha caído con respecto a sus competidoras. Las ventas anuales de su ejercicio fiscal, que termina hoy, se mantuvieron casi en el mismo nivel que el año anterior, pese a la creciente piratería.

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Para ahorrar costes, la tercer discográfica del mundo cerrará su planta estadounidense de Jacksonville, Illinois, y trasladará su filial holandesa a MediaMotion, con lo que ahorrará al menos 50 millones de libras (unos 74 millones de euros) anuales. EMI fabrica sus propios compactos, vinilos y DVD desde 1998.

Además, anunció que reducirá un 20% su cartera actual de artistas, en la que figuran estrellas tan reconocidas como Rolling Stones, Janet Jackson, Lenny Kravitz, Robbie Williams, Coldplay y Radiohead. Aunque aún no se sabe qué contratos se cancelarán, la firma ha aclarado que se trata de "artistas que rinden poco" desde el punto de vista comercial. El presidente ejecutivo de la compañía, Alain Levy, comentó que, "al concentrar nuestros esfuerzos en reducir el número de artistas, aumentaremos la generación de ingresos mientras disminuyen nuestros costes".

Crisis musical

Los momentos difíciles por los que está pasando la industria musical ha obligado a la mayoría de las firmas del sector a unirse o aguantar el chaparrón en solitario. EMI tenía casi cerrado un acuerdo con Time Warner para quedarse con su unidad musical a finales del pasado año, pero la operación se frustró con la aparición de un grupo de inversores liderado por el antiguo propietario de Universal, Edgar Bronfman Jr. EMI se vio obligada entonces a retirar su oferta por el negocio discográfico de la estadounidense al no poder competir con la de Bronfman, que finalmente se hizo con la Warner por 2.200 millones de euros. También el año pasado, Sony BMG y Bertelsmann crearon un gigante musical al fusionarse para competir con la número uno mundial, Universal Music, que al igual que EMI navega en solitario.

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