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Medio Rural alega que la presión ecologista le impide vaciar A Frouxeira

Con el agua inundando el paseo marítimo de Valdoviño desde hace días y medio centenar de vecinos encerrados en el Ayuntamiento, la Consellería de Medio Rural rompió ayer su silencio para prácticamente culpar de la situación a los ecologistas. "Comprendemos a los vecinos pero son las denuncias de colectivos ambientalistas las que paralizan cualquier intervención para el vaciado artificial de la laguna de A Frouxeira", aseguró el departamento de Samuel Juárez.

En 2010, Adega y la Sociedade Galega de Historia Natural acudieron a la Unión Europea después de que una obra autorizada por Medio Rural y ejecutada por el Ayuntamiento de Valdoviño a finales del 2009 para abrir un caño de salida al mar acabara en una monumental chapuza ambiental que dejó prácticamente seco el humedal, un ecosistema litoral único protegido por cinco figuras legales.

Vista la desfeita, las autoridades europeas abrieron expediente y prohibieron cualquier intervención humana para nivelar el caudal, una práctica "tradicional", según Medio Rural. Con las lluvias del otoño, la albufera se llenó y acabó por inundar buena parte del paseo marítimo y anegar la carretera de acceso a una veintena de viviendas.

Los vecinos llevan siete días encerrados en el Ayuntamiento mientras la Xunta ha empezado a colocar sacos de arena en la entrada de las fincas para bombear el agua para evitar que llegue a las casas. Operarios de Tragsa se afanaron ayer en abrir una pista trasera para que los vecinos puedan entrar en su propiedad sin tener que saltar los muros.

Un problema hist órico

Hace dos años, el Parlamento gallego encargó un estudio sobre la laguna para resolver un problema histórico de crecidas y desagües manuales. Medio Rural aseguró ayer que ya ha concluido la parte zoológica y que está a expensas de que rematen los informes de modelización, que permitirán tener "datos fiables" del funcionamiento de la laguna litoral desde el punto de vista hidrológico, hidrodinámico y sedimentario.

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Según los vecinos, la causa de la situación actual se remonta nueve años atrás, cuando la Demarcación de Costas colocó una barrera de piedras para proteger la laguna de la entrada del fuel vertido por el Prestige. Señalan que la barrera artificial alteró el equilibrio natural del paraje.

KIKO (EFE)

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