Bildu acepta rescatar proyectos que había relegado en Gipuzkoa

El Gobierno de Bildu en Gipuzkoa ha aceptado dar marcha atrás en parte a su decisión de poner en cuarentena la mayor parte de las inversiones en carreteras previstas en este territorio. La negociación presupuestaria con el PNV, al que la coalición acusó en su momento de aplicar una política "temeraria" en materia de infraestructuras viarias, ha forzado al Ejecutivo foral de Martin Garitano a incluir partidas para las obras de las variantes de Zarautz e Irún en las cuentas forales de 2012.

El proyecto de presupuestos de Gipuzkoa pasó ayer el examen de las enmiendas parciales gracias a la abstención del PNV y el PP en la votación del dictamen que será definitivamente aprobado el 23 de diciembre por el pleno de las Juntas Generales. Como estaba previsto, Bildu fue el único grupo que apoyó el dictamen, mientras que socialistas y populares votaron en contra.

Romero deplora la "nula voluntad negociadora" de la coalición

Bildu y el PNV acudieron ayer a la Comisión de Hacienda habiendo pactado una treintena de enmiendas, entre las que figuraba una aportación de ocho millones, ampliable a otros dos, para ayudar a las empresas del territorio. Esta enmienda fue una de las dos condiciones que pusieron los peneuvistas para retirar su enmienda a la totalidad y permitir así la aprobación de las cuentas forales. La segunda se refiere a los compromisos referidos a la gestión de los residuos urbanos. Las correcciones acordadas por estas dos formaciones nacionalistas, que fueron apoyadas por el PP, permitirán destinar fondos para construir tres residencias de ancianos, así como una partida de 500.000 euros para la programación del centro cultural Tabakalera. El presupuesto de 2012 también contemplará una asignación económica para las variantes de Zarautz e Irún.

El Departamento de Infraestructuras Viarias había paralizado estas dos carreteras y otros 23 proyectos más previstos para el periodo 2012-2015 y que totalizan una inversión de 696 millones. Cuando se tomó esta decisión, a finales de octubre pasado, la titular del ramo, Larraitz Ugarte, afirmó que la política del anterior Ejecutivo foral (PNV y Hamaikabat) en materia de carreteras había sido "temeraria" y originado un déficit de 900 millones en la sociedad pública Bidegi. Ugarte adujo la escasa disponibilidad económica para justificar una tan drástica.

La portavoz del PSE en las Juntas, Rafaela Romero, criticó ayer la "nula voluntad negociadora" de Bildu para aprobar los presupuestos. "Se han limitado básicamente a votar las enmiendas con el PNV, el partido al que acusan de malgastador, despilfarrador y causante de las dificultades económicas por la que atraviesan los recursos públicos de la Diputación", añadió.

El "rodillo" de Bildu y el PNV invalidó las 159 enmiendas de los socialistas, muy molestos que fuera rechazada una para que los Ayuntamientos pudieran aplazar y fraccionar las cantidades que tendrán que devolver en 2012 por la liquidación negativa del Fondo Foral de Financiación Municipal a causa del descenso de la recaudación fiscal.

El popular Juan Carlos Cano lamentó "la poca cintura del Gobierno foral al negarse a aceptar medidas para paliar la crisis económica". Este partido vio rechaza una enmienda, dotada con 22,6 millones, para impulsar "proyectos tractores" de Gipuzkoa como el metro de Donostialdea, la estación de autobuses donostiarra, la incineradora y la regeneración de la Bahía de Pasaia, así como iniciativas culturales como el Festival de Cine, la Quincena Musical o Tabakalera.

Aralar se abstuvo en la votación del dictamen final pese a considerar "pobres" los presupuestos elaborados por Bildu. No obstante, Rebeka Ubera disculpó al equipo de Garitano porque "la herencia recibida de los gobiernos anteriores tampoco dejaba gran margen para otras actuaciones". Esta formación vio aceptadas solo cuatro de las 60 correcciones al proyecto que había planteado.