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Mas destituye a su 'embajador' en Berlín para contentar al PP

Algunas de las condiciones que puso el PP para apoyar los Presupuestos de la Generalitat para 2012 empiezan a cumplirse en pleno proceso negociador. El Gobierno de Artur Mas tiene previsto destituir el próximo martes al responsable de su delegación en Berlín, Martí Estruch, dentro de un plan de repliegue de las embajadas de la Generalitat para reducirlas a meras oficinas de promoción económica de las empresas catalanas.

El PP había exigido que estas oficinas abandonasen su labor de representación política y tuvieran una función comercial, como parece que va ocurrir con las seis delegaciones que tiene en el exterior el Gobierno catalán. Los tiempos de recortes son la coartada perfecta para que meter la tijera en las embajadas y, de paso, satisfacer al PP. Los populares siempre han hecho bandera de austeridad con esas oficinas que vivieron su máximo despliegue cuando Josep Lluís Carod Rovira era vicepresidente del Gobierno del socialista José Montilla. Con la destitución de Estruch solo quedan dos de los seis delegados de la época del tripartito.

El ahorro en las embajadas sería simbólico, pues la dotación para este año es de 1,14 millones de euros, la mitad que en 2009. Un delegado en el exterior cobra 80.000 euros y parece que ese modelo también se va a acabar. El sustituto de Estruch en Berlín dejará de ser un alto cargo y se incorporaría con un contrato laboral. Los retoques que planea Mas pueden comportar incluso el cierre de alguna delegación, como la de Buenos Aires, al tiempo que se estudia reforzar la oficina de promoción económica en São Paulo (Brasil).

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