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Al final de un combate siempre hay tres tipos de espectadores posibles: los que aplauden al ganador, los que se apiadan del vencido y los que celebran su derrota. En un mundo tan veloz como el nuestro, donde la continua necesidad de cambios y novedades vuelve provisional cualquier prestigio, hace mucho tiempo que esa parte del público, la que prefiere festejar la caída de los ídolos a su ascenso, es la más numerosa.
CARMEN MORÁN | Soria
Una asociación busca a los herederos de los montes comunales españoles desamortizados en el siglo XIX - Tratan de impulsar el desarrollo rural
El tren cargado con 2.500 toneladas de basura nuclear apenas avanzó ayer un par de kilómetros en poco más de 14 horas. Alrededor de 3.000 mil manifestantes antinucleares se tumbaron en las vías de varias localidades del norte de Alemania e impidieron el paso de los once contenedores tipo castor -por el acrónimo inglés de Contenedor de Almacenamiento y Transporte Radioactivo-, que partieron en la noche del viernes desde La Hague, en Francia, con destino al cementerio de Gorleben.
A las nueve de la mañana de ayer, Francisco V. B., de 41 años, salió de la casa donde vive con su mujer y su hijo y dio un paseo. Unos minutos más tarde, cogió su teléfono y marcó el número de emergencias. El hombre explicó a un agente de los Mossos d'Esquadra que acababa de mantener una fuerte discusión con su mujer.