_
_
_
_
_

Rajoy deberá abordar en semanas el futuro del AVE y el sector naval

El futuro presidente tiene pendientes sus promesas de aplazar la devolución de la deuda a Galicia, acabar y pagar el AVE y ofrecer soluciones al naval - Los compromisos no están en el programa

Quince días de mítines del PP dan para saber que Zapatero es culpable de todos los males que azotan a Galicia, ya sea la caída del precio de la leche, la imposibilidad de construir barcos en los terrenos ociosos de la vieja Astano, pasando por la falta de fondos para el Gaiás o los retrasos en las obras del AVE. La partitura sirvió a los populares para diseñar su campaña de las municipales en mayo y también la que va a sentar a Mariano Rajoy en La Moncloa. En todo este tiempo, las repetidas visitas a Galicia del líder nacional del PP y futuro presidente del Gobierno las ha aprovechado para presentarse como solución a todos problemas de su tierra natal pero sin plasmar sus recetas sobre ningún papel.

El PP nacional y el gallego discrepan sobre privatizar las teles autonómicas

En el partido en el que milita cundió la esperanza de que el programa del PP nacional recogiese algunas de las reivindicaciones históricas de Alberto Núñez Feijóo y su gabinete. Y entre los colaboradores del presidente de la Xunta se dio por hecho que proyectos como la recuperación de la construcción de buques en el astillero ferrolano vetada por la Unión Europea iban a estar en la biblia de campaña. Pero pesó más la calculada inconcreción del programa que ansiaba Rajoy. En esa recopilación de buenos deseos no hubo sitio para las prometidas gestiones ante Bruselas con el fin de levantar la prohibición de construir buques en Ferrol.

De hecho, en el afán del líder de no herir susceptibilidades antes del 20 de noviembre, no incluye una sola referencia a Galicia. Ni a ninguna otra comunidad, la única alusión territorial es a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Así que los compromisos de Rajoy con Galicia hay que buscarlos en los mensajes que lanzó estos meses desde el atril en sus actos de campaña para copar titulares en la prensa gallega.

Tras pasar sus vacaciones de verano en las Rías Baixas, el pasado 3 de septiembre el futuro presidente del Gobierno reanudó su curso político más decisivo con un mitin en el castillo de Soutomaior en el que prometió que aplazaría el pago de la deuda de Galicia al Estado por los anticipos a cuenta recibidos en 2008 y 2009 y que luego por el desplome del consumo no se vieron compensados por la recaudación de los impuestos. Casi desde la misma toma de posesión, hace dos años y medio, Feijóo denunció un agujero de 2.600 millones de euros (resultado del desajuste entre ingresos y gastos en esos dos ejercicios) y recriminó al Gobierno de Zapatero que no alargase la devolución de los fondos más allá de 2013. Rajoy, respaldado por todo el PP gallego, lanzó su anuncio en Soutomaior: "Creo que es obligación del Estado hablar con las comunidades autónomas y darle un mayor plazo para devolver esos recursos". Los primeros dos pagos de 114 y 422 millones (este último se vio compensado por los ingresos adicionales en 2010) ya están saldados, pero la Xunta aún ha de devolver al ministerio casi 2.000 millones en los próximos tres ejercicios con el consiguiente lastre para su Presupuesto.

La idea de Feijóo es atrasar las devoluciones cinco años más y que no implique intereses para su Ejecutivo, dado que esas cantidades no computan como déficit al Gobierno central. En la misma situación que Galicia hay otra media docena de comunidades, pero además la Xunta reclama 805 millones de euros por diferentes conceptos en el sistema de financiación autonómica que ha planteado en el Tribunal Constitucional. El propio Feijóo aseguró este lunes que el conflicto judicial se mantendrá con el Gobierno de su partido, si no se aviene a atender las reclamaciones de Galicia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Rajoy, quien en agosto, aseguró en una entrevista en Faro de Vigo que el AVE gallego se acabaría en función de la disponibilidad presupuestaria -lo que le valió duros reproches a Feijóo en Galicia empeñado como estaba en señalar los deberes al ministro de Fomento, José Blanco- rectificó ese día en Soutomaior para remarcar que la conexión por alta velocidad ferroviaria con la Meseta esté entre sus primeras preocupaciones. "Finalizar y pagar el AVE a Galicia será una de las prioridades de mi Gobierno", señaló, si bien evitó plantear ninguna data de conclusión -Blanco repite que finales de 2015 es una fecha válida si se mantiene el ritmo inversor de los últimos años-. Aseguró que lo hará "con presupuestos realistas y sin fechas falsas". Su hombre en Galicia recordó este lunes que estaría atento también a la finalización de las autovías, pero obvió citar plazos aunque repite que en los primeros 100 días pactará un calendario con el nuevo Ejecutivo y empieza a deslizar que las obras no estarán listas siquiera en 2018. En las primeras semanas de su mandato deberá decidir si firma las macrolicitaciones por 800 millones de euros que Blanco se resiste a aprobar con el Gobierno en funciones.

En anteriores visitas, el candidato Rajoy también censuró la falta de implicación de Zapatero con el Gaiás que el exministro César Antonio Molina se comprometió a financiar. En los últimos meses, las referencias al macrocomplejo vinieron a menos, si no fuera porque la cabeza de lista al Congreso por Pontevedra y diputada electa, Ana Pastor, señaló el 22 de octubre, en plena precampaña, que el dinero de la Cidade da Cultura es también gasto social.

En el discurso de la campaña más larga que se recuerda el futuro presidente de España hizo una vaga defensa de sectores como la pesca y la agricultura sin comprometer medidas concretas. Y cuando pisó Vigo se preocupó de lanzar anuncios sobre el naval que emplea a 14.000 personas y una de las ramas de la actividad económica más castigadas. Aseguró que cuando llegue al poder promoverá modificaciones en la Unión Europea para que se permita de nuevo el tax lease, una fórmula que ofrece ventajas fiscales, a los que inviertan en el sector naval. El reloj corre en su contra porque importantes astilleros como Barreras no pueden soportar durante mucho más tiempo en concurso de acreedores.

Aparte de objetivos comunes, el PP gallego y el de Génova 13 mantienen divergencias notables. La más significativa, sobre la gestión de las televisiones autonómicas. El programa de Rajoy aboga por privatizarlas o cerrarlas, mientras Feijóo garantiza su pervivencia para la normalización del gallego.

Las ofertas del candidato en Galicia

- Promesa de aplazar el pago de las devoluciones de la Xunta al Estado (2.000 millones que quedan por abonar de los anticipos a cuenta en 2008 y 2009). Lo comprometió en la inauguración de este curso político el pasado 3 de septiembre en Soutomaior.

- "Finalizar y pagar el AVE a Galicia será una de las prioridades de mi Gobierno". Lo prometió ese mismo 3 de septiembre en Soutomaior, cuando el PSdeG empezaba a apremiar a la Xunta para que mantuviese las mismas exigencias que al ministro de Fomento, José Blanco. Pese a ello, Rajoy evitó hablar de fechas pero dijo que invertiría "lo máximo posible".

- Compromiso de financiación con la Cidade da Cultura. Rajoy ha reiterado muchas veces en los últimos años que él sí aportará fondos para el macrocomplejo del Gaiás, algo que también anunció el primer Gobierno de Zapatero, pero que nunca llegó a cumplir. El pasado 22 de octubre, la cabeza de lista del PP por Pontevedra, Ana Pastor, recuperó ese mensaje y dijo que "la Cidade da Cultura también es política social".

- Soluciones para el sector naval El candidato popular ha insistido en que buscará una solución en Europa al veto del tax leaxe, una fórmula que ofrece ventajas fiscales a las empresas que inviertan en el sector naval. El PP gallego pretendía un compromiso para volver a construir buques en los astilleros de Ferrol, que Rajoy se resistió a incluir en su programa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_