Los argumentos de Duran se desinflan en la recta final de campaña

Convergència i Unió (CiU) comenzó su campaña electoral con tres argumentos sobre los que pivotaba todo su discurso. El principal, el pacto fiscal, una exigencia que CiU pretendía trasladar al nuevo Ejecutivo si los nacionalistas tenían la llave de la gobernabilidad. El segundo buscaba reforzar la figura de estadista del propio candidato, Josep Antoni Duran Lleida: la propuesta de un Gobierno de concentración en España para salir de la crisis. El tercero perseguía alcanzar la victoria igualando a PSOE y PP por su actitud respecto a Cataluña y torpedear las críticas por los recortes acusando a los socialistas de provocarlos.

Duran llega hoy al final de la campaña con síntomas evidentes de que le han fallado dos de sus tres grandes argumentos, lo que le ha obligado a centrarse básicamente en sus críticas a socialistas y populares. Ayer este problema argumental se evidenció. Mariano Rajoy, candidato del PP a La Moncloa, ridiculizó el pacto fiscal en una entrevista en la cadena SER en la que tildó la propuesta de CiU de "literatura" y "temas menores". "No sé en qué consiste esa propuesta porque nadie la formuló". Hasta ahora Rajoy se había comprometido a "escuchar" la propuesta. La probable mayoría absoluta del PP aleja, aún más, las escasas posibilidades de los nacionalistas de lograr su anhelado pacto fiscal. Duran se lo tomó a mal. Acusó a Rajoy de "menospreciar a Cataluña", señalando que el 75% de los catalanes están a favor de este modelo económico.

El líder de Unió y Pujol se enzarzan en una polémica por el papel de CiU en Madrid

El democristiano igualó a Rajoy con José Luis Rodríguez Zapatero aprovechando dos frases similares: el entonces candidato del PSOE proclamó en 2003, solemnemente: "Apoyaré el Estatuto de Cataluña que apruebe del Parlament". Rajoy, el jueves, fue más sucinto: "Apoyaré a Cataluña". Duran les respondió: "Siempre dicen lo mismo: quiero, amo y apoyo a Cataluña; pero al día siguiente se olvidan". Por la noche fue más allá: "Apoyaré, apoyaré y luego te fastidiaré".

La negación del pacto fiscal no fue el único revés que tuvo que responder el candidato. Desde sus propias filas se criticó su propuesta de Gobierno de concentración para España. El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol rechazó el miércoles la propuesta de Duran remarcando que debe ser el partido con mayoría absoluta el que gobierne. El democristiano no supo salir del aprieto sin reñir a Pujol. En una entrevista en Catalunya Ràdio, expresó su "sorpresa" por esas palabras, ya que la idea, reveló Duran, se había tratado en las reuniones de dirección de Convergència i Unió. "Es molesto para un candidato que haya otras personas que digan cosas diferentes. Teóricamente [Pujol] me tiene que ayudar en esta campaña electoral", lamentó.

La campaña se le está haciendo larga a Duran, cuya voz está cada día más quebrada: los problemas que generó por sus críticas al PER, sus críticas al exceso de inmigración -ayer el alcalde Santi Vila hizo una crítica velada a la polémica manifestando su orgullo por los Mohameds que se integran- y la defensa de tratamientos para los homosexuales le han pasado factura.

Duran presentó por la mañana sus propuestas para los emprendedores, pero por la noche se centró exclusivamente en criticar a PP y a PSC, siguiendo su tónica habitual.

Aunque ayer, en Tarragona, se centró en alertar de los peligros que tendría en Cataluña una mayoría absoluta del PP. También atacó la responsabilidad de Mariano Rajoy con la situación económica, remarcando que los mercados no confían en el líder del PP. Los ataques a los populares se agudizaron en Tarragona porque es en esta provincia donde los sondeos dan un resultado más ajustado: el segundo puesto de CiU se puede jugar en las comarcas tarraconenses, y la federación quiere amarrar este resultado. Pese a los sondeos, Duran todavía confía en ganar. "Si nos ayudáis todos, podemos hacer historia".