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Las fuertes lluvias vuelven a inundar trenes y carreteras

El temporal de lluvia que azotó ayer con intensidad Tarragona ocasionó inundaciones, cortes ferroviarios y de carreteras, e incluso el cierre del aeropuerto de Reus, que no tenía vuelos previstos. El tráfico se restringió en la N-340 en las inmediaciones de la ciudad. En Barcelona, la estación de metro de la línea 4 de paseo de Gràcia permaneció dos horas y media sin que parase ningún tren porque se inundó.

La lluvia alcanzó los 135 litros por metro cuadrado en algunas localidades del sur. Sesenta y cinco niños de entre 3 y 10 años fueron evacuados del colegio de Ponent de Tarragona, tras quedarse aislados por la lluvia. Un conductor fue rescatado ileso en la N-340, a la altura del polígono industrial Francolí. La riera del barranco de Barenys, en Salou, se desbordó por tercera vez este otoño. Asimismo, se cerró el acceso al polígono químico sur de Tarragona. En Sant Carles de la Ràpita, una decena de vehículos fueron arrastrados por el agua, que también se llevó por delante la terraza de un bar situado en el paseo Marítim. Además, en la conexión ferroviaria entre Tarragona, Salou y Reus se produjeron cortes intermitentes durante cuatro horas. La línea R4 de Renfe, que conecta Sant Vicenç de Calders y Manresa, también registró problemas, con retrasos de media hora.

La Dirección General de Protección Civil de la Generalitat (DGPC) mantiene hasta hoy por la tarde la previsión de lluvias, que podrán superar los 100 litros por metro cuadrado en el Alt Empordà, la Garrotxa, el Gironès, Osona, el Pla de l'Estany, la Selva y el Vallès Oriental.

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