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Reportaje:CASA | 'LOFT'

No tire nada

Para empezar de nuevo a los 67 años, la interiorista Estrella Salietti reivindica la magia y los colores que se reservan a los niños. Con un proyecto loco, pero meditado, convierte un garaje en un loft que cobija las vidas y los muebles de sus seis viviendas anteriores. "Una casa son los recuerdos. Las viviendas-escaparate son preciosas, pero invivibles. No dan entrada ni a tu vida, ni a tus cosas", advierte. Para construir un espacio actualizado aprovechando las piezas de diferentes épocas basta una envoltura de impacto. "El negro hace de estuche. Realza lo que contiene y lo convierte en joya. Y es un tono que une y ordena. Junto con el blanco y el verde, crea un entorno neutro que me permite añadir colores y muebles variopintos", asegura.

ALBERT FONT

Golpe verde

Con brochazos de pintura verde, la interiorista colorea el salón y recrea una aguada en la pared de la bañera que, al cubrirse con un cristal industrial, parece un trampantojo.

Diversión

Unas telas de rayas renuevan los antiguos sofás, y alfombras de colores y diseños vivos permiten disfrutar de suelos de quita y pon. Hay frases en los escalones de acceso a la cocina y en la pared del salón. Escritas con vinilo para poder sustituirlas a placer. Para Estrella Salietti, "decorar tiene que ser tan divertido como jugar".

Las sobras

La aventura empieza por organizar mentalmente las estancias. El presupuesto se invierte en baño y cocina, que no existían. El resto de los espacios se construyen con los muebles de la antigua casa. "Es un loft hecho con sobras", asegura.

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