Estilos
Melodías para un futuro mejor
TOMMASO KOCH | Goiania
Siempre que Henrique Gabriel empieza a tocar su violín, mira su mano izquierda. Y recuerda que podría haberla perdido. Fue por un cáncer y por los efectos adversos que la quimioterapia estaba provocando en un niño de seis años. "Los médicos me dijeron que tal vez tendrían que amputarme la mano: me juré a mí mismo que si salía de aquella haría algo bueno con ella", cuenta Gabriel, con un aparato que no esconde su sonrisa contagiosa.