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Ruiz-Mateos asume el fraude de Nueva Rumasa para exculpar a sus hijos

Los Ruiz-Mateos se presentaron ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz con una estrategia familiar. Que el fraude de los pagarés de Nueva Rumasa por el que Ruz imputa estafa, administración desleal e insolvencia punible al patriarca de la familia, José María Ruiz-Mateos; a su esposa, Teresa Rivero, seis hijos varones y un sobrino, fue culpa, únicamente, del primero, un hombre de 80 años y en precario estado de salud. Según esa versión, Ruiz-Mateos habría sido capaz de administrar las más de 100 empresas a través de las cuales se articuló la defraudación. Al frente de ellas aparecen como administradores sus familiares, por lo que, en principio, serían responsables de los delitos.

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José María Ruiz-Mateos se negó a responder a las preguntas del fiscal y los abogados de la acusación y se limitó a leer un comunicado en el que culpaba a la crisis económica y al Santander -que, según afirmó le cortó la financiación- de la maltrecha situación del grupo, lo que, según su versión, le obligó a emitir los pagarés que luego fueron impagados. Ruiz-Mateos. Sin embargo, se comprometió a hacer frente a las obligaciones del grupo y para ello ofreció el dinero que, dijo, le adeuda el Estado por la expropiación de Rumasa.

Tras él declararon sus hijos Álvaro y Zoilo, que ratificaron la versión de su padre. A diferencia de este, ellos sí respondieron a las preguntas que les hicieron pero se limitaron a decir que no sabían nada, que ellos solo eran administradores de derecho y que se limitaban a ejecutar las directrices que les daba su progenitor, el verdadero administrador del grupo.

Aparte de tomarles declaración, Ruz requirió a los tres imputados que abonaran en el plazo de cinco días la fianza de 30 millones de euros que les impuso el juez al abrir su investigación para hacer frente a las posibles indemnizaciones que se deriven del caso. Luego, a la salida del tribunal, delante de todos los periodistas, José María Ruiz-Mateos dijo sentirse "orgulloso, feliz y satisfecho" de Nueva Rumasa. "Volvería a hacer el mismo trabajo", concluyó.

José María Ruiz-Mateos (a la izquierda) es escoltado por la policía a la entrada ayer en la Audiencia Nacional.
José María Ruiz-Mateos (a la izquierda) es escoltado por la policía a la entrada ayer en la Audiencia Nacional.SAMUEL SÁNCHEZ

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