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Se reanuda la carrera

"Voy a hacer otro intento para desbloquear la situación. Sigo convencido de que el canódromo tiene un gran potencial, una escala adecuada para tiempos de crisis y una diversidad de espacios ideal para el arte contemporáneo". Lo afirma Moritz Küng, elegido en octubre de 2009 como director del futuro centro de arte de Barcelona, que debía tener su sede principal en el canódromo y un anexo en la Capella. En enero de 2010, Küng firmó un precontracto con el Conca por 65.000 euros anuales y en septiembre llegó a Barcelona. Tras un año de incertidumbre, esperando que los nuevos cargos salidos de las elecciones decidieran su destino profesional, Küng ha redactado un nuevo proyecto que presentará en los próximos días a Bartomeu Marí, director del Macba, que hace un mes recibió del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat el encargo de reconfigurar el panorama del arte contemporáneo en Barcelona. En esta reconfiguración tomarán cierto protagonismo las fábricas de creación, una de las apuestas del anterior Consistorio, que no terminan de arrancar.

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Sea como sea, es imprescindible decidir pronto el uso del canódromo, ya que faltan los interiores, el mobiliario y las instalaciones. El director del Macba cree que la ciudad necesita un centro de arte contemporáneo, aunque considera que la singularidad del canódromo "limita mucho. Hay que resolver muchas paradojas y reorganizar el sistema con los equipamientos que ya existen y lo que falta, de modo que sea viable y sostenible", indica Marí. Entre los partidarios del edificio de la Meridiana se encuentra la Asociación de Artistas Visuales de Cataluña (AAVC). "Los políticos no entienden que el canódromo podría convertirse en un espacio emblemático de una nueva manera de concebir el arte. Además, hubo un debate y un proceso que legitiman tanto el espacio como su director", asegura el presidente de la AAVC, Joan Fontcuberta.

Para la última fase de obras ya hay una partida asignada y, según Küng, para el funcionamiento y la programación anual del canódromo y la Capella lo ideal serían dos millones de euros.

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