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Tropas en triciclo por Malasaña

El 15-M celebra una verbena popular en la céntrica plaza del Dos de Mayo

Ciudadanos diligentes como pocos, los vecinos de Malasaña se tomaron al pie de la letra que ayer era día de fiesta y desfiles, o de verbena y pasacalles, por aquello de ser de barrio. Los aviones que llenaron el paseo de la Castellana de humos rojos y amarillos ni siquiera colaron su ruido ensordecedor en la plaza del Dos de Mayo, con un ajetreo inusual para un festivo desde primera hora.

No hubo banderas, ni autoridades, ni genuflexiones, pero sí salieron las tropas a la calle, como manda la tradición. Niños a lomos de sus triciclos o bicicletas recorrieron su barrio animados por música y payasos, vigilados por sus padres y flanqueados por la policía.

En una esquina de la plaza, Esperanza Fernández, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio público Pi i Margall, veía el movimiento mientras colgaba ropa en una cuerda. El tendal improvisado hizo de escaparate de moda infantil. Un abrigo de pelo y hasta un disfraz de india agarrado por pinzas. Fue el cuarto trueque de ropa y juguetes del barrio. El funcionamiento es sencillo, dice Fernández: "Uno deja lo que quiere y se lleva lo que quiere. No hay más".

La asamblea del barrio pone en marcha un banco de tiempo
El AMPA del Pi i Margall monta un trueque de juguetes y ropa de niño

Ni siquiera los más pequeños entienden que todo sea gratis, desde la comida del mediodía hasta las pinturas para decorar la cara con una mariposa. "Jo, no me van a dejar montar porque hay que pagar", se lamenta una niña que llega al parque con su abuela al ver el castillo hinchable. Se llevará una sorpresa. Aquí se estila el gratis total.

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La Verbena de las Maravillas es una iniciativa de la Asamblea de Barrio Malasaña-Dos de Mayo, del Movimiento 15-M, que desde hace cinco meses ha cambiado la vida de la plaza. Raro es el día que no se reúne una comisión o hay una actividad: charlas de expertos sobre medio ambiente o paraísos fiscales o el cine fórum de los viernes. Además del 15-M, participa la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (Acibu), las AMPAS de los colegios de la zona y otros colectivos sociales.

El actor Pedro Miguel Martínez recorrió ayer las calles en su particular pasacalles, megáfono en mano y entre una jauría de niños: "Todo el día es fiesta en la plaza del Dos de Mayo". Martínez explica que se "enganchó" al movimiento cuando empezaron las asambleas y coincide con sus vecinos en que la vida en el barrio ha cambiado.

"Ahora nos conocemos más", dice Francisco Javier Garín, que ayer estaba de estreno. Ha puesto en marcha, junto a otros miembros de la asamblea, el banco de tiempo A2Manos. Se trata de un sistema de intercambio de actividades que no es nuevo, pero que está proliferando en las ciudades impulsado por el Movimiento 15-M. Amanda Alonso, de 52 años, fue de las primeras en apuntarse. Ella ofrece clases de pilates y estiramientos y a la hora de pedir lo tiene muy claro: reparaciones del hogar y clases de informática y de baile. Hay ofertas de todo tipo: inglés, portes y mudanzas y cuidado de mayores o niños, que a tenor de lo que se vio ayer en la plaza, puede hacer falta a más de un padre.

En los corrillos de adultos el tema estrella de la jornada fue la manifestación del sábado, la protesta mundial bautizada como 15-O, sobre la que se debatió a media tarde. La marcha comenzará en los barrios y municipios en seis columnas que confluirán en la plaza de Cibeles. "Será una demostración de fuerza del movimiento", augura Garín, sin parar de hacer nuevos socios para el banco de tiempo.

Un hombre disfrazado de payaso bebe agua de un botijo en la plaza del Dos de Mayo.
Un hombre disfrazado de payaso bebe agua de un botijo en la plaza del Dos de Mayo.ÁLVARO GARCÍA

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