_
_
_
_
_
cine | la semana por delante

Adiós al mar

Gregorio Belinchón

Antes, el mar de Aral era un navegable lago gigantesco (el cuarto más grande del mundo), el motor de la economía de su región. Sin embargo, en los sesenta las autoridades soviéticas desviaron el agua de los dos grandes ríos que lo alimentaban. Empezó a descender su volumen y su superficie. Además, diversas pruebas armamentísticas, proyectos industriales y vertidos de residuos de fertilizantes incrementaron brutalmente su índice de contaminación.

De todo esto, y del cambio climático y social que ha producido en la zona esta desertización habla Aral. El mar perdido, el contundente documental de Isabel Coixet financiado por la Fundación We are water que se puede ver en Roca Madrid Gallery (José Abascal, 57).

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_