_
_
_
_
_

La Universidad tendrá 73.000 alumnos más este curso

J. A. Aunión

El cuarto año consecutivo de crecimiento del alumnado universitario en España, después de ocho de descensos, coincide con una época de recortes en los campus públicos: en 2011 han perdido unos 300 millones de euros. Este curso habrá 1.650.000 universitarios, 73.344 más que el curso pasado, y 150.000 más que en el curso 2007-2008. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ofreció ayer estos datos a los rectores en la última reunión de esta legislatura del Consejo de Universidades.

Mientras los alumnos crecen y los profesores decrecen por la crisis (las universidades no están renovando a muchos profesores asociados, sin plaza fija), también sigue aumentando el número de titulaciones. Este curso las universidades ofrecen 2.402 grados, los títulos que sustituyen a las antiguas licenciaturas y diplomaturas (64 más que el año pasado), 2.763 másteres (334 más) y 1.784 programas de doctorado (160 más).

Ello, a pesar de las advertencias que desde hace años hacen distintos sectores (incluidos algunos documentos ministeriales) de que la oferta es excesiva y que lo razonable sería concentrar algunas carreras con pocos alumnos en menos universidades.

Decretos polémicos

Aparte de las cifras del curso que acaba de empezar, Gabilondo y los rectores discutieron los proyectos de real decreto para regular la carrera profesional de los profesores e investigadores universitarios y el retraso de la edad de jubilación hasta los 75 años si cumplen ciertos requisitos de méritos de docencia e investigación. Ambos textos han provocado una gran polémica dentro de las universidades, por lo que el ministro tendrá que decidir en los próximos días si sigue adelante con ellos e intenta aprobarlos antes de que termine la legislatura (las elecciones generales se celebrarán el próximo 20 de noviembre), cosa que solo hará si hay un amplio consenso entre sindicatos, rectores y comunidades autónomas, según fuentes del Ministerio de Educación.

Quizá el estatuto docente, cuyo objetivo es regular su carrera profesional y hacerla más atractiva, es el que ha generado más conflicto. Tanto un nutrido grupo de prestigiosos académicos como los sindicatos se han opuesto a él, aunque lo han hecho por motivos opuestos. Unos porque creen que sindicaliza la universidad, los otros, porque consideran que diluye el papel de los representantes de los trabajadores.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_