Con la globalización, el nacionalismo ha perdido fuerza como argumento financiero. Pero aún despierta algunas inquietudes y goza de tirón popular. Repsol, la primera empresa industrial española, puede cambiar de manos. Sacyr y Petróleos Mexicanos (Pemex) han firmado un pacto cuyo fin último es aparentemente hacerse con la gestión de la petrolera, desbancando a los actuales gestores encabezados por su presidente, Antonio Brufau.
Avanzado ya el mes de agosto, Antonio Brufau interrumpió sus vacaciones para trasladarse a México en un viaje relámpago. El presidente de Repsol YPF había recibido el soplo de que Pemex, histórico socio de la petrolera española, estaba tramando algo con Sacyr, su principal accionista con el 20%.
"Es esencial que Italia confirme y alcance los objetivos de saneamiento económico, es decisivo para reforzar su fiabilidad crediticia". El presidente del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, no dudó en lanzar ayer un nuevo aviso al Gobierno de Silvio Berlusconi.
Bajar impuestos ya no es tan de derechas. O al menos, depende de a quién tenga en mente esa derecha. En Estados Unidos, los republicanos y sus medios afines, que desde los años ochenta del siglo pasado han defendido las bajadas de impuestos como condiciones imprescindibles para la dinamización laboral, han matizado esa propuesta en las últimas semanas.
C. DELGADO / C. BLANCHAR | Barcelona
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