¡Qué afortunados!
Según Delta Airlines hoy nos debemos sentir muy afortunados: el reciente huracán que ha azotado la costa este de EE UU ha sido bautizado con el nombre de mi mujer y hemos podido prolongar nuestra estancia en Nueva York, debido a la cancelación de nuestro vuelo de regreso previsto para el sábado, 27 de agosto. Nuestra fortuna es mayor si cabe, pues la compañía aérea nos ofrece como mejor opción para regresar a Valencia un vuelo de cuatro escalas y 20 horas de duración... el próximo jueves, 1 de septiembre, el cual llegará a destino el viernes de madrugada. Viendo las cosas en perspectiva, nuestra buena estrella es grande, pues el vuelo que afortunadamente nos cancelaron era directo y de ocho horas de duración. Por cierto, nuestra suerte debe ser tremenda, pues Delta Airlines no se hace cargo ni del pago del hotel ni de las comidas durante los seis días que nos quedamos atrapados en la ciudad de los rascacielos (¡ah!, se me olvidaba, sin corriente eléctrica todavía donde nos estamos alojando). El clímax de nuestra fortuna lo hemos alcanzado al conocer que hay plazas en los vuelos directos Nueva York-Valencia, pero solo en clase business... Así que solo las ocuparán si algún viajero, todavía más afortunado que nosotros, puede pagar los 2.000 euros por trayecto que cuestan dichos billetes... ¡¡Oh, fortuna!.