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Los vecinos del Vallès vuelven a ocupar los CAP por los recortes

Las protestas en los CAP se extienden a Tarragona - Médicos voluntarios pasan consulta en un centro cerrado

Las protestas en el Vallès Occidental por los recortes en sanidad desafiaron ayer los desalojos efectuados la madrugada anterior por orden del consejero de Salud, Boí Ruiz. Horas después de que los Mossos d'Esquadra expulsaran a los vecinos de cuatro centros de atención primaria (CAP), cientos de ciudadanos volvieron a ocuparlos. Salud advirtió que la orden de desalojo "sigue activa".

La amenaza de desalojo, que Salud reiteró a lo largo de la tarde, no amedrantó a los vecinos concentrados en los CAP, dispuestos a retar a la Generalitat tras el desalojo policial de esos mismos centros efectuado la madrugada del miércoles. En estos CAP se respiraba al anochecer un ambiente que oscilaba entre el triunfalismo y la derrota: algunos asistentes ven reforzada la protesta después de la acción policial y otros, como retrató uno de los atrincherados en Viladecavalls, prefieren no cantar victoria porque "el CAP continúa cerrado".

No será el único: a la misma hora que los ciudadanos accedían a los CAP, Salud avanzó que aún queda una decena de centros de atención continuada que deberán cerrar por la noche, probablemente antes de octubre y que se está informando de ello a los ayuntamientos afectados, entre ellos el de Cardona (Bages), que cerrará el próximo día 19. "Se trata de una medida sostenible que no mermará la calidad asistencial", precisó el director del Servicio Catalán de la Salud, Josep María Pedrosa.

Estos cierres, la mayoría aún por definir, se sumarán a los 96 de los 185 centros de atención primaria que prestaban servicio durante 24 horas pero que han reducido su horario por los recortes. De ellos, 46 han clausurado los servicios de urgencias nocturnos generando quejas de usuarios, manifestaciones e incluso encierros que, en el caso del Vallès, se han prorrogado durante un mes.

El miércoles, entre las dos y las tres de la madrugada, un dispositivo formado por más de un centenar de mossos, entre ellos la sección antidisturbios, desalojaron los ambulatorios de Badia del Vallès, Ca n'Oriac de Sabadell, Santa Perpètua de Mogoda y Castellar del Vallès. Hacía cuatro semanas que estos cuatro CAP estaban ocupados por los vecinos. Ayer, un portavoz del Departamento de Salud admitió que la intervención policial se puede volver a repetir. "Nuestro objetivo es asegurar el mantenimiento y las condiciones normales en los centros. Y esto no se puede hacer mientras estén ocupados", subrayó el portavoz.

La orden afecta también a un quinto centro, el de Viladecavalls, que el miércoles se salvó del desalojo por la presencia masiva de vecinos. Ayer por la tarde, medio centenar de ciudadanos seguían con lo que se ha convertido en sus quehaceres diarios desde hace un mes, cuando ocuparon el ambulatorio. A diferencia de los otros cuatro centros, el de Viladecavalls está cerrado desde agosto, pero se prevé que reabra en octubre.

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Aquí los protestantes han montado su pequeño poblado. Día y noche han organizado actividades: talleres de cocina, de gastronomía y clases de lectura para gente mayor, entre otras iniciativas. Ayer, como cada martes y jueves por la tarde desde hace un mes, personal médico voluntario pasaba visita a casi una treintena de vecinos. "Se me ocurrió la idea de montar el consultorio porque creo que es un disparate recortar servicios básicos y hacer pagar a la población las trastadas de los que tienen el poder", aseguró el médico Pep Aced, quien explica que básicamente atiende a personas mayores que tienen problemas para desplazarse hasta el CAP más próximo, en Terrassa. Una de ellas, María Martínez, mientras observa a su grupo de amigos jugando a la brisca, se queja de los recortes. "Llevo trabajando desde los 14 años, toda una vida, para que vengan ahora y nos cierren el ambulatorio", clamó indignada.

Los desalojos parecen haber extendido las protestas por otras localidades mientras los manifestantes han convocado para hoy una marcha conjunta hasta la sede del CatSalud. Unas doscientas personas protestaron ayer por el cierre de 14 centros de urgencias nocturnos en el Camp de Tarragona.

Las movilizaciones, organizadas por la Plataforma Ciutadana Pels Drets Públics se sucedieron desde las 19.30 horas en los tres centros de atención primaria que ya no atienden por la noche en la ciudad de Tarragona. Algunos manifestantes se encerraron dentro del CAP Muralles con la intención de quedarse a pasar la noche: el Ayuntamiento de Tarragona, gobernado por el PSC, rechazó los recortes impuestos por la Generalitat; otros consistorios socialistas, como el de Vandellòs y L'Hospitalet de l'Infant o Els Pallaresos, mostraron directamente su apoyo a los manifestantes. Europa Press informó anoche de que los encierros se habían extendido a otros dos CAP de Tarragona.

En Badalona, un centenar de vecinos ocupó el CAP Nova Lloreda para mantenerlo abierto al menos hasta las 22 horas, el horario del centro habitual hasta que Salud decretó que cerrara a partir de las 20 horas.

Con información de Mercè Pérez y Ferran Balsells.

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