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El feudo de Zarrías se agrieta

Ginés Donaire

El PSOE de Jaén ha presumido siempre de músculo en el contexto regional. Lo han avalado sus resultados electorales y el peso que sus dirigentes han tenido en la Junta y en la dirección del partido. Pero tras la marcha de Gaspar Zarrías a Madrid en 2009, tras ser nombrado secretario de Estado del ministerio de Manuel Chaves, se instaló entre los socialistas jiennenses un sentimiento de orfandad, que él intentó disuadir con esta frase: "El padre no se ha muerto, ni se va". Es cierto, Zarrías no llegó a irse del todo -se quedó como presidente del partido, ante la contrariedad de Griñán- y colocó al frente del partido a un hombre de su máxima confianza, Francisco Reyes, actual presidente de la Diputación.

Por eso, son pocos los que dudaban ayer que tanto Zarrías como Reyes estuvieran al tanto de los movimientos internos en la principal agrupación socialista de la provincia. De hecho, entre los dimisionarios se encuentra un sobrino de Zarrías, el delegado provincial de Obras Públicas, Rafael Valdivielso, del que es conocido su distanciamiento de Carmen Peñalver en los últimos meses. El batacazo electoral de Peñalver desmontó también cualquier intento de la exalcaldesa jiennense por dar un golpe de timón en la dirección provincial, como se había especulado antes de las elecciones de mayo. Peñalver, que ha tenido su principal apoyo en la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, queda ahora debilitada y forzada, según los estatutos del partido, a presentar su dimisión.

Sin embargo, queda ahora por ver las consecuencias que la crisis del PSOE jiennense tendrá, tanto a escala provincial como regional. De momento, la dirección socialista de Jaén, que ayer guardó silencio, no ha podido atender el llamamiento de José Antonio Griñán para el cese de los movimientos y a mantener la estabilidad hasta los próximos congresos. Además, Griñán mostró su respaldo a las ejecutivas local y provincial del PSOE jiennense, algo que a partir de ahora ya se antoja incompatible. Los dimisionarios, por su parte, mostraron en el comunicado su apoyo a Griñán, Zapatero y Rubalcaba. Mientras, un veterano miembro de la ejecutiva local que se ha negado a dimitir decía: "Esto no se regenera solo cambiando las personas".

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