Acercamiento de reclusos
El mundo de los presos de ETA observa cómo quienes acaban acatando el Código Penal tienen mejor vida penitenciaria -como ocurre con los reclusos de Nanclares de Oca, aquellos que han renunciado expresamente a ETA- porque han abandonado la banda, han cumplido la parte principal de su condena, admiten el daño causado y se han comprometido con su reparación. Son estos presos los que han liderado la adhesión al Acuerdo de Gernika, que rompe la exigencia de ETA de no aceptar el sometimiento a la ley. Otros reclusos etarras se plantean seriamente, si no la vía de la renuncia, sí la vía particular, sin hacer ruido ni renunciar a su ideologías, aunque sí al terrorismo, para ver pronto la calle, subrayan fuentes penitenciarias.
Interior ha acercado este verano al histórico etarra Jesús María Mendinueta Flores desde la cárcel de Albocasser (Castellón) a la de Zuera (Zaragoza) en la que se agrupan presos de ETA que comienzan a dar síntomas de rechazo a la violencia terrorista, según informaron a Europa Pess fuentes penitenciarias. Mendinueta, detenido en 1991, fue miembro del comando Vizcaya y condenado a 105 años de cárcel por tres asesinatos, uno de ellos el guardia civil Ricardo Couso, al que tiroteó en presencia de su hijo de nueve años.