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El Madrid anuncia cambios en la alineación y un estilo ofensivo mientras Guardiola recupera a las figuras y exige superar el juego desplegado en el Bernabéu
Pep Guardiola / ALBERT OLIVÉ (EFE)
Ríe, toca, bromea con Piqué, con Puyol y hasta con Pep Guardiola y vuelve a reír y a tocar. Dos entrenamientos le han bastado a Guardiola, el técnico del Barcelona, para ver que Cesc Fàbregas está en perfectas condiciones para jugar, lejos de esas sospechosas molestias que le aquejaban para entrenarse en el Arsenal.
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