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El IVAM paga 71.000 euros al año a un intermediario para exponer en China

La directora del IVAM defiende la relación con el intermediario

El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) le paga a Miguel Sazatornil Lavilla 71.000 euros al año desde 2008 por ejercer de intermediario en "la gestión de espacios expositivos en Asia-Pacífico". Una actividad que contrasta con la dinámica del museo de arte contemporáneo de Valencia, que llega a acuerdos de reciprocidad con museos chinos para intercambiar exposiciones. Pese a ello, la directora de la institución, Consuelo Císcar, argumenta que Sazatornil supone un ahorro para el IVAM.

Una búsqueda de Sazatornil en Internet no ofrece muchos datos. Lo más reseñable es la publicación de un libro junto a María Cruz Alonso, delegada en China de la Fundación Autor de la SGAE, entidad que edita el volumen, titulado Apuntes sobre la industria cultural china.

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Fuentes del IVAM apuntan que las colaboraciones con China arrancaron en verano de 2006 a raíz de la exposición titulada La alquimia de los herreros, que llevó obras de Julio González, Martín Chirino, Andreu Alfaro y Miquel Navarro al Shangai Urban Planning Exhibition Center. El viaje de las obras se produjo gracias a un acuerdo de colaboración entre el IVAM y el Shangai International Cultural Asociación (SICA), una poderosa organización que gestiona numerosos museos chinos.

Según este convenio, el IVAM financiaría el transporte y el montaje de sus exposiciones en China, pero no pagaría por el uso de las salas, al parecer muy caras en aquel país. Y viceversa, las instituciones chinas sufragarían sus traslados pero no pagarían por exhibirse en el IVAM. Aquella exposición inicial del IVAM pasó dos años viajando por distintas ciudades chinas. El año pasado se inauguró también en Shangai otra importante muestra del museo valenciano, titulada Arte español en la colección del IVAM.Pero el SICA no ha sido la única institución de aquel país que ha llegado a convenios con el IVAM. A raíz de la exposición The real thing. El arte contemporáneo de China, fruto de un convenio del IVAM con la Tate de Liverpool, otros museos se interesaron por Valencia. 'Ellos contactaron con nosotros para traer sus obras', explican fuentes del IVAM, 'nadie les hacía caso en el arte contemporáneo'. Así, el museo de Valencia siguió inaugurando numerosas exposiciones de arte chino, y se pudieron enviar muestras de Gerardo Rueda, Paco Caparrós, Ramón de Soto y Cristino de Vera a diversas ciudades de China. De hecho, a finales de este año viajarán obras de Natividad Navalón a Changshu y a Fujien. Y según las mismas fuentes, los acuerdos con las instituciones tienen el mismo carácter de reciprocidad que con el SICA, es decir, no se paga alquiler por aquellas salas, pero tampoco se cobra en el IVAM. A raíz de esta fórmula de funcionamiento, en la que las instituciones chinas contactan con el IVAM, desde ciertos sectores del museo no se entiende muy bien por qué se paga para la 'gestión de espacios expositivos' a una persona 'la friolera de 71.000 euros', 'más que un consejero' y quizá que 'el propio presidente de la Generalitat'. Desde estas fuentes críticas apuntan que 'la calidad de la colección del IVAM es suficiente para que muchísimos museos la quieran exponer, no es necesario contratar a nadie para conseguirlo'. Es más, añaden que 'los chinos debería de pagar por llevar a sus sedes las exposiciones del IVAM'. Preguntada por este tema, Ciscar responde que se trata de 'una fórmula menos gravosa presupuestariamente', que se mantiene desde 2008. 'Es un escritor que yo conocía muy relacionado con el mundo de la cultura en China', explica la directora sobre Sazatornil, 'y nos busca espacios donde no tengamos que pagar'. Según su versión, en China el coste de las salas puede alcanzar los 3.000 euros diarios. 'El coste de su contrato es lo que nos ahorramos en un espacio en un mes', asegura Ciscar. Un contrato que se firmó por primera vez en 2008, por lo que cuando se le abone la cifra correspondiente a 2011 se le habrá pagado más de 280.000 euros en cuatro años. 'El IVAM no ha pagado nunca alquiler en China', justifica la responsable del museo. Una búsqueda de Sazatornil en Internet no ofrece muchos datos. Lo más reseñable es la publicación de un libro junto a María Cruz Alonso, delegada en China de la Fundación Autor de la SGAE, entidad que edita el volumen, titulado Apuntes sobre la industria cultural china. Los críticos con la gestión de Ciscar al frente del museo cuestionan también que en estos últimos años el hijo de la directora y del dirigente del PP Rafael Blasco, que firma sus obras como Rablaci, haya tenido entre 2008 y 2009 al menos cinco exposiciones en China, en ciudades como Shangai, Hang Zhou, Changshu, Fujian o Fuzhou. Y se preguntan si tiene algo que ver con estas muestras la gestión de Sazatornil.

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