El adelanto electoral o agotamiento de la legislatura hasta marzo arreció en la jornada de ayer centrando el debate político. El PP y CiU coincidieron en reclamar el adelanto electoral mientras el PSOE intentaba evitar la discusión. El argumento socialista lo expresó la directora de la campaña electoral, Elena Valenciano: "Introducir incertidumbre política en una situación de clarísima incertidumbre financiera no ayuda ni a los intereses de España ni de la Unión Europea".
Reunido en Pontevedra con los presidentes de diputaciones provinciales del PP, Mariano Rajoy volvió a defender que es necesario adelantar las elecciones generales. "Cuando el presidente del Gobierno se decida a pedir su opinión a los españoles, las cosas van a ir a mejor y estaremos donde siempre hemos estado y nos corresponde, entre los mejores".
La principal crítica que se le hizo a Dolores de Cospedal cuando aseguró que las cuentas que se había encontrado eran mucho peores que las anunciadas fue su frivolidad. Se le exigió que hablara con los datos encima de la mesa. Ella se mantuvo en la denuncia política, sin mostrar un informe oficial.
El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, cimentó su poder en el PP de esa comunidad frente a su antecesor, Eduardo Zaplana, en el manejo del calendario. Cuando los suyos le pedían que reaccionase ante cualquier provocación zaplanista, Camps se quedaba quieto y aguantaba sin mover una pestaña hasta que sus adversarios quedasen agotados.
"Me puse nerviosa y empecé a llorar y mi superior me pidió que no siguiera". Indisposición psicofísica es el argumento exculpatorio que emplearon ayer los dos primeros controladores aéreos citados por la juez de Madrid Sagrario Herrero en calidad de imputados por su supuesta participación en la masiva huelga que obligó a cerrar el espacio aéreo español.
NATALIA JUNQUERA | Madrid
Ambos tribunales le condenaron por maltratar a prisioneros de guerra