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La Xunta inicia el tratamiento del Umia mientras resurge la contaminación

Unas 60 toneladas de corteza de eucalipto se lanzarán al río para atajar la bacteria

Hasta 60 toneladas de corteza de eucalipto flotarán en el río Umia para combatir la proliferación de la cianobacteria Microcystis que tiñe de verde sus aguas, y que ya ha hecho su aparición como cada verano desde que se construyó el embalse en 2001. Se trata de un experimento en el que la Xunta ha puesto todas sus esperanzas para normalizar e incluso evitar los niveles de contaminación, que se han estancado con las últimas lluvias. Así lo explicó el presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, durante la supervisión de los trabajos iniciados ayer en el río y que forman parte del Plan Umia. Menéndez concretó que el reparto de bolsas de corteza en las 42 hectáreas en las que se pondrá a prueba este proyecto experimental se realizará en tres fases y con aplicación de distintas dosis.

El alcalde de Caldas cree que es tarde para evitar la grave situación de 2010

Durante el mes de julio flotarán en la superficie del río 22,5 toneladas (500 kilogramos por hectárea), mientras que la dosis de reposición a aplicar en el mes de octubre será de 11,25 toneladas, para completar con un refuerzo o mantenimiento entre los meses de enero y junio del próximo año. La materia prima ha sido cedida por la empresa Ence.

Los trabajos acometidos ayer consisten en la instalación de estructuras flotantes con su fijación en el fondo del río y del montaje de estructuras de amarre donde irán acopladas las bolsas de corteza. Menéndez explicó que, al tiempo que se está aplicando el eucalipto en la superficie, se realiza un exhaustivo control de la calidad de las aguas, que ya comenzó a finales de junio. Ese control permitirá disponer de datos comparativos de los índices de contaminación antes y después de extender la corteza.

Habrá dos tipos de control. Uno de seguimiento continuo, a través de una boya que en la que se tomarán datos de la temperatura del agua, el PH, conductividad, oxígeno y presencia de bacterias. La toma de muestras se realizará a cinco profundidades y cada tres horas, para transmitirlas de forma telemática para poder ser visualizados en tiempo real vía web. Un segundo control será periódico, con una frecuencia de muestreo quincenal, durante los seis primeros meses, y mensual en los seis siguientes. Estas tomas se realizarán en siete puntos, tres en el embalse (en la cola, en el centro y otro cerca de la presa) y otros tres para supervisar la calidad del agua que va directamente a las captaciones.

Este experimento que se ejecuta en el Umia parte de los resultados positivos obtenidos por el equipo de la Estación de Hidrobioloxía de la Universidad de Santiago de Compostela en el embalse de Forcadas (A Coruña), en el que se logró una reducción significativa en la proliferación de cianobacterias en aguas en las que se aplicó paja de cebada o corteza de eucalipto. En ambos casos los resultados fueron satisfactorios para los expertos, si bien el hecho de que la corteza de eucalipto ocupe menor volumen por unidad de peso lo hace más manejable para su implantación y reduce los costes del tratamiento.

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El alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, dijo ayer que desea que los resultados sean satisfactorios, aunque cree que el tratamiento se ha aplicado tarde para evitar que se reproduzcan episodios como los del pasado año, si se alcanzan las mismas temperaturas. La propia Xunta comparte este extremo y admite que el tratamiento no se está aplicando en condiciones óptimas, al haberse adelantado la aparición de cianobacterias respecto a años anteriores.

Con todo, el ente Augas de Galicia optó por aplicar la corteza para al menos evitar que se repita la alarma de 2010 y con el objetivo de que el año próximo el tratamiento funcione. La inversión prevista hasta 2015 asciende a 22 millones de euros. Otro de los proyectos en marcha, que será licitado a finales de julio, mejorará el abastecimiento de agua de Caldas con una captación desvinculada del embalse. El Ayuntamiento pondrá los terrenos y la inversión será de 680.000 euros.

¿Fin a la alerta verde?

Hasta el próximo año no se podrán conocer los primeros resultados del único tratamiento que se ha investigado contra la alga tóxica, que cada verano cubre el río con un manto verde y pone en peligro la potabilidad del agua. Según los últimos análisis, la presencia de cianobacterias en el embalse y en las captaciones de agua supera los 13.000 microorganismos por mililitro, mientras que en la captación en Segade es de 1.362.

Lo que ahora pretende la Consellería de Medio Ambiente es que no se repita la alerta verde del pasado verano, cuando la salida de agua del embalse coincidió con el punto máximo de concentración de cianobacterias, que formó una capa de seis metros de altura en suspensión.

Pero, por ahora, la evolución de la cianobacteria no ha sido la esperada. De hecho, y si las temperaturas suben, podrían adelantarse los índices de concentración que en los últimos años no se producían hasta septiembre e incluso octubre, que son los meses de mayor floración de algas. Desde la aparición de la toxina, los detractores del embalse se han multiplicado, aunque la Xunta cree que el problema está en el río.

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