La UE no logra sacar adelante su proyecto de Gobierno económico
La Eurocámara pospone a julio la votación por no incluir multas automáticas
Los líderes europeos no podrán celebrar el refuerzo del Gobierno económico, tal como tenían previsto en el borrador de conclusiones del Consejo Europeo. Este es el resultado de que se haya aplazado hasta julio la votación de la resolución legislativa del Parlamento Europeo. El endurecimiento del Pacto de Estabilidad -tres reglamentos y una directiva- y las disposiciones para corregir los desequilibrios macroeconómicos y la pérdida de competitividad -dos reglamentos- constituían la estrategia legal más potente de la UE para rectificar los fallos de control que han permitido la actual crisis económica. Si no hay acuerdo el próximo julio, la aprobación del paquete legislativo exigiría una segunda lectura y varios meses de discusión
El BCE defiende que la Comisión pueda castigar a los que no sigan sus dictados
Hay acuerdo para multar a los Estados que mientan sobre sus estadísticas
El principal punto de desacuerdo ha sido la no inclusión de sanciones automáticas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), tal como había propuesto inicialmente la Comisión Europea. El Parlamento apoyó estas exigencias al recoger las peticiones que había hecho el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, pero se encontraron con la oposición de Estados miembros como Alemania y Francia, que rechazaban ceder más poder a Bruselas.
Se trataba, por ejemplo, de la posibilidad de imponer sanciones a los países que no sigan las recomendaciones de la Comisión, aunque estos no hubieran superado el límite del 3% de déficit o 60% de deuda. El automatismo se logra mediante el mecanismo de voto inverso, que implica que las sanciones no precisan la mayoría cualificada para su aprobación, como hasta ahora. De todas formas, se han alcanzado acuerdos muy importantes sobre la mayoría de propuestas presentadas, que implican sin duda un fuerte refuerzo de la disciplina fiscal de la UE, dotando de mayores poderes a la Comisión. Entre estos acuerdos, destaca la introducción de una nueva multa de hasta el 0,5% del producto interior bruto (PIB) a los países que falsifiquen las estadísticas sobre deuda y el déficit. La actual crisis de deuda soberana estalló en octubre de 2009 cuando se descubrió que Grecia había falsificado sus cifras de déficit. También se ha acordado la imposición de sanciones de hasta el 0,1% del PIB a los Estados miembros que no sigan las recomendaciones para rectificar los desequilibrios macroeco-nómicos.
Estos acuerdos también tienen que esperar a julio para que sean efectivos. Corien Wortmann-Kool, ponente del informe sobre la parte preventiva del PEC, expresó su satisfacción por los acuerdos. "Las nuevas normas estimularán la competitividad de la UE e impedirán futuras crisis presupuestarias y económicas de los Estados miembros", aseguró.
El presidente de los liberales y demócratas en la Eurocámara, Guy Verhofstadt, señaló que el Parlamento "ha hecho frente a sus responsabilidades". "Dejamos ahora al Consejo la posibilidad de corregir las debilidades del Pacto para poder lograr un acuerdo en primera lectura. El Consejo debería sacar lecciones del pasado", añadió, "donde los errores cometidos nos han conducido a esta crisis, especialmente en lo tocante al no respeto de las reglas del PEC".
El vicepresidente de Verdes /ALE y eurodiputado por ICV, Raül Romeva, criticó las medidas por centrarse únicamente en medidas fiscales. "El llamado refuerzo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento supone la consolidación de los planes de austeridad propios de un modelo económico neoliberal, donde la consolidación fiscal se prioriza frente a los objetivos de educación, empleo, y cohesión social o de lucha contra el cambio climático y contra la pobreza". "Las medidas que ponen el énfasis en los mecanismos de reducción del gasto público son claramente regresivas y antisociales, ya que ni siquiera consideran cambios en asuntos como la evasión fiscal", concluyó.
