Movilización de 'indignados' por un desahucio en Valencia

La plataforma de afectados por las hipotecas trató ayer de impedir su primer desahucio en Valencia. Decenas de indignados acudieron al lugar, la avenida del General Avilés y esperaron la aparición del secretario judicial para impedir el desalojo. Pero no apareció. La acción sirvió, sin embargo, para probar el poder de convocatoria de la plataforma y la respuesta de los indignados antes de la manifestación de mañana, la que conmemora el primer mes del Movimiento 15-M.

"El lunes me encontré a unos tipos taladrándome la puerta. Me dijeron que en cinco días me tenía que ir de aquí", explicaba ayer Eva Carvajal. Con 34 años y dos hijos, Eva asegura que dejó de pagar la hipoteca de su piso (unos 120.000 euros) hace seis meses, aunque el banco ejecutó la hipoteca en 2009 y subastó la vivienda. "¿Dónde está mi dinero, dónde está todo lo que he pagado desde 2009 hasta hace seis meses?", lamentaba ayer.

Lo cierto es que faltan por pagar 80.000 euros de la hipoteca y que algunos vecinos de la finca criticaban al pasar que hace años que no paga la comunidad. Más aún, el Juzgado de Primera Instancia número 6, que lleva el caso, trató de advertir durante año y medio a la afectada de que o pagaba su deuda o sería desahuciada. Como no la encontraban, Bancaja ejecutó la hipoteca, subastó la casa y el nuevo propietario siguió adelante con el desahucio. En marzo, el juez acordó que se entregase la casa al nuevo propietario y ayer, en teoría, un trabajador de los juzgados debía notificarlo. No acudió, pero previsiblemente irá el lunes a explicar que Eva tiene un mes para irse.

Ayer, todo eran nervios. Eva quiere encontrar trabajo "de lo que sea" porque con el subsidio de 426 euros que cobra no le llega. La plataforma la apoya y los indignados, por lo visto ayer, también. Ha asumido que se tiene que ir del piso y solo quiere tiempo para conocer sus opciones.

De momento, mañana podrá protestar por su situación en la manifestación convocada por el 15-M. Al respecto del movimiento, por cierto, Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, comparó ayer los disturbios de Barcelona con el golpe de Estado del 23-F de 1981.