Salud concentra en los hospitales de Barcelona los tratamientos complejos
La mitad de los CAP que atienden urgencias dejarán de hacerlo por los recortes
Concentrar la atención hospitalaria más compleja en el área de Barcelona (y dentro de ella, en menos hospitales), cerrar cerca de la mitad de los servicios de urgencias situados en centros de atención primaria (CAP) y atender este año 50.000 pacientes menos en los hospitales públicos que en 2010. Son las tres nuevas medidas de ahorro decididas por el Departamento de Salud, que ayer presentó el director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), Josep Maria Padrosa. Con estas tres decisiones, Salud prevé ahorrar hasta 140 millones de euros de los casi 1.000 millones que se ha impuesto como objetivo de reducción del gasto sanitario durante este año.
"No buscamos la proximidad, sino la excelencia y la calidad del servicio", reconoció Josep Maria Argimon, coordinador de Urgencias de Cataluña. La frase ilustra la filosofía que inspira buena parte de los recortes de Salud: concentrar la actividad asistencial en menos centros sanitarios para ahorrar costes, aunque esto suponga alejarla del lugar de residencia de los pacientes.
Los centros públicos atenderán este año 50.000 pacientes menos que en 2010
La concentración de los servicios y tratamientos más complejos en los hospitales de Barcelona (los mayores de Cataluña) afecta desde a los transplantes hasta a la cirugía torácica y vascular, la cardiología terciaria, la oncohematología y los politraumatismos más graves. Cada año se registran en Cataluña 18.000 ingresos por este motivo, el 2,4% del total. Esta concentración permitirá ahorrar 15 millones de euros. Salud defiende que el objetivo es potenciar aquellos hospitales y profesionales con mayor experiencia y número de pacientes atendidos al año y dejar de ofrecer estos tratamientos allí donde el número de pacientes es muy reducido. Los responsables de Salud admiten que, como contraprestación, deberán fomentar la movilidad de los profesionales especializados dentro de la red hospitalaria pública.
El plan de Salud incluye, por ejemplo, que la cirugía oncológica compleja, que ahora se trata en una veintena de hospitales, se concentre solo en siete centros. En el caso de los politraumatismos más graves, se pasará de 10 centros a 6, todos en la ciudad de Barcelona, además de Bellvitge (L'Hospitalet), el Taulí de Sabadell y la Mútua de Terrassa.
La exconsejera de Salud Marina Geli consideró ayer que es "un grave error" reducir la atención de estos casos en zonas como Girona, que "es precisamente donde más accidentes de tráfico se producen". Geli se mostró a favor de revisar el mapa de servicios especializados, pero aclaró que "los criterios económicos no deben predominar sobre el servicio a los pacientes allí donde más se necesita".
Otra de las medidas de ahorro planificadas por el Departamento es reducir los puntos de atención de urgencias. De los 185 centros de atención continuada que existen actualmente, 73 dejarán de dar servicio por las noches, 24 cerrarán y pasarán a ofrecer atención telefónica y 17 se clausurarán y se redireccionará a los pacientes a otros centros. Con esta medida, Salud espera ahorrar 50 millones de euros, básicamente por dejar de pagar guardias.
Otro buen pellizco, 75 millones, se ahorrará este año la Generalitat dejando de hacer 50.000 altas hospitalarias, lo que se traduce en una reducción del 7% de los 750.000 ingresos que se realizan anualmente. Salud insistió en que la medida solo afectaría a aquellos casos menos graves. Con todo, reconoció que las listas de espera aumentarán y que en intervenciones como las prótesis de cadera y rodilla se superará el periodo de garantía de seis meses que estableció el tripartito.
Mientras tanto, los profesionales del sector sanitario continúan protestando por los recortes aplicados por la Generalitat. Ayer salieron a la calle más de 400 trabajadores del hospital de Bellvitge y más de 200 empleados del hospital Josep Trueta de Girona.
Por su parte, el Parc Salut Mar, que engloba entre otros los hospitales del Mar y de la Esperança de Barcelona, amenaza con presentar un expediente de regulación de empleo que afectaría a 194 profesionales, si la plantilla no acepta la reducción de salario o de los festivos, informa Europa Press.
