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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Hans Keilson, cronista de la vida bajo el nazismo

Se hizo psiquiatra infantil tras atender a niños devastados por el Holocausto

Su editor Oskar Loerke le previno en 1934: "Arréglatelas para marcharte, porque me estoy temiendo lo peor". Hans Keilson (Bad Freinwalde, Alemania, 1909) le hizo caso y pudo librarse del Holocausto escapándose a Holanda en 1936. Su novela La vida sigue fue la última obra de un autor judío editada por S. Fischer hasta el final de la guerra. Salió en marzo de 1933. En palabras de su autor, "justo a tiempo de que la prohibieran". Solo tardaron ocho meses en hacerlo. El compás de las botas nazis reglaba ya la vida cotidiana alemana en todos los ámbitos -incluido el cultural- y el eje de la ideología nazi era el antisemitismo. En 1934 le prohibieron que publicara nada más, así como que ejerciera la profesión con su recién obtenido título de medicina. Tenía 23 años.

Sus padres fueron asesinados en Auschwitz; él logró huir a Holanda

Aquella novela primeriza de fuerte carga autobiográfica narra las dificultades y el postrer fracaso de un comerciante del final de la República de Weimar. Como el personaje, el padre de Keilson fue empresario textil en Brandeburgo, cerca de lo que hoy es la frontera con Polonia. En la I Guerra Mundial, el Ejército del káiser lo condecoró con la medalla al valor en el combate llamada Cruz de Hierro. Fue uno de los seis millones de judíos asesinados por los alemanes entre 1941 y 1945. Como a su esposa y a otro millón de judíos más, lo gasearon en Auschwitz-Birkenau.

Hans Keilson contó en La vida sigue la degradación de la democracia de Weimar. No tuvo tiempo de ver mucho más antes de dejar Alemania junto a la que sería su esposa, Gertrud Manz, en 1936. Durante la ocupación alemana de Holanda, Keilson usó documentos falsos que lo identificaban como el doctor Van der Linden. Manz y Keilson vivían en una misma calle de Delft. Cuando tuvieron un hijo, Manz hizo correr el rumor de que era fruto de una relación pasajera con un soldado alemán destacado en la zona. Por seguridad.

Como médico, Keilson participó en actividades de la Resistencia antinazi en Holanda. Atendía a niños judíos traumatizados por las privaciones y por la separación de sus familias. El propio Keilson no supo del asesinato de sus padres, a los que vio por última vez en 1943, hasta que hubo terminado la guerra. Preguntado hace dos años si alguna vez pensó en regresar a Alemania, explicó que no tuvo "ni el coraje ni el optimismo" de arriesgarse a que le hicieran "volver a pasar por lo mismo" en su país natal. Así que se quedó en Holanda, donde tuvo que a repetir sus estudios de medicina para poder trabajar. Los concluyó especializándose en psiquiatría infantil y psicoanálisis. Viudo en 1969, se casó posteriormente con la crítica literaria Marita Lauritz, con la que tuvo una hija.

En 1959, Keilson publicó la novela que le hizo célebre, La muerte del adversario. Tres años después se convertiría en un éxito de ventas en Estados Unidos. En aquellos días, las listas de libros más vendidos incluían títulos de William Faulkner o Jorge Luis Borges. La obra de Keilson cayó, en cambio, en el limbo de los éxitos pasajeros. Hasta que, en 2007, una nueva traducción de Comedia en modo menor devolvió a Keilson la admiración de críticos y lectores del mundo de habla inglesa.

Hans Keilson murió el 31 de mayo en Hilversum, Holanda, a los 101 años de edad.

Hans Keilson.
Hans Keilson.

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