Dudas de la deuda griega
Nos llegan periódicamente noticias y más noticias sobre dicha deuda, sobre las posibilidades de Grecia para poder hacer frente a ella y a sus intereses. Opiniones muy diversas vienen dadas por los expertos, sean estos directivos del BCE, del FMI o ministros de Economía de los países de la UE.
Frente a los dueños de la ciencia económica, uno trata, con modestia y humildad ante mentes tan privilegiadas, de aplicar la lógica para entender cómo puede pasar lo que está pasando: iniciales ayudas fallidas, ayudas urgentes para parchear esas primeras ayudas, nuevos sacrificios para los ciudadanos y progresivo aumento de los intereses de la deuda. Pues bien, si como parece ser Grecia no puede generar anualmente las cantidades del principal más intereses a devolver cada uno de los años del plazo del préstamo, está claro que la solución actual no vale. Empecinarse en ese camino solo obedece, en mi opinión, a querer salvar los muebles de los grandes tenedores de la deuda griega.
Creo que lo que procede es una quita como mínimo del 50%. La quita de la deuda griega tardará en llegar, pero llegará. Antes, los grandes bancos de la Europa que manda deben recuperar, vía reestructuración, al menos una parte de lo que tienen en juego. Del mal, el menos. Mientras, van haciendo con cautela provisión de pérdidas para no alarmar al accionista.
