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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Pauline Betz Addie, la tenista vetada

Ganó cinco Grand Slam en los cuarenta pero la Asociación de Tenis de EE UU cerró su carrera porque quería ser profesional

El suyo fue un caso absolutamente atípico. En 1946 Pauline Betz Addie ganó el título de Wimbledon y sumó su quinta corona del Grand Slam, convirtiéndose en la incuestionable número uno del mundo oficiosa, ya que no existían ranking oficiales. Sin embargo, un año después, la Asociación de Tenis de EE UU le comunicó por escrito que no podría seguir jugando en ninguna prueba del circuito amateur, simplemente porque había mostrado su intención de convertirse en jugadora profesional. Recibió la carta cuando estaba jugando en Montecarlo y se preparaba para acudir al torneo de Roland Garros. Ya no pudo jugarlo. "No voy a quedarme sentada en un rincón para llorar por esto", fue su reacción. El 31 de mayo, Pauline Betz, enferma de Parkinson, falleció a los 91 años.

Nunca aceptó la decisión de la asociación americana. Y entre 1947 y 1960 formó parte del grupo de Jack Kramer, que reunía a los mejores jugadores del mundo, a los que la Federación Internacional había apartado del tenis amateur para preservar la pureza de su deporte. Eso les impidió disputar los cuatro torneos del Grand Slam, abiertos solo a los aficionados, hasta que en 1968 el tenis se unificó.

Betz y la tenista Sarah Palfrey Cooke se plantearon en 1947 realizar una serie de exhibiciones en diversos clubes americanos. Hicieron una prospección y mandaron cartas anunciando lo que pretendían cobrar por cada partido. Y eso bastó para ser sancionadas. Pero Betz se mantuvo muy activa y en su primera temporada como profesional ganó alrededor de 10.000 dólares.

Sin embargo, no se la recuerda por este hecho, sino porque entre 1942 y 1947 se movió entre las mejores jugadoras del mundo y ganó cuatro títulos en el Open de EE UU y uno en Wimbledon. "Es la segunda mejor jugadora que he visto en mi vida", comentó Kramer, situando a Betz solo por detrás de la también estadounidense Helen Wills Moody, que ganó 19 títulos del Grand Slam (entre ellos ocho en Wimbledon) y la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de 1924. Entre 1942 y 1946, Betz disputó cada año la final del Open de EE UU. Y ganó Wimbledon sin ceder ni una manga la única vez que participó en el torneo londinense, donde fue también finalista en dobles femeninos. Una muestra evidente del potencial que atesoraba quedó escrita en el torneo de Cincinnati en 1943, cuando ganó a Catherine Wolf en la final por 6-0 y 6-2 sin perder ni un punto en la primera manga.

Pauline Betz nació en agosto de 1919 en Dayton (Ohio) y aprendió a jugar al tenis con Dick Skeen, un jugador sin grandes títulos pero que había ganado a Bill Tilden, Don Budge y Bobby Riggs. Se graduó en el Rollins College en 1943, y se casó con el periodista deportivo Bob Addie, que escribía para The Washington Post. De aquella unión nacieron cinco hijos, entre ellos la poeta y novelista Kim Addonizio. Betz fue una de las primeras tenistas que logró convertirse en un icono social, lo que le valió ser portada de la revista Time en 1946. Aquel fue su mejor año. Después comenzó su drama.

La tenista Pauline Betz Addie, durante un entrenamiento en 1931.
La tenista Pauline Betz Addie, durante un entrenamiento en 1931.AP

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