LA PARADOJA Y EL ESTILO
Herederas e inocentes
A la vista está que no podemos predecir casi nada del futuro. La aceleración que hay en todo hace que incluso el próximo mes sea inestable, impredecible. La única certeza a la que podemos aferrarnos es que nuestros políticos continúen hablando sin parar y nuestra televisión convierta cualquier hecho en un espectáculo donde todos somos protagonistas.