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La condena al narco Marcial Dorado pone en riesgo parte de su fortuna

La Audiencia Nacional tiene inmovilizados 30 millones de euros

La Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional ya tiene la prueba principal para pedir el decomiso del patrimonio del histórico contrabandista y narcotraficante Marcial Dorado. La reciente sentencia del Tribunal Supremo que elevó a firme la que fuera su primera condena por tráfico de drogas pone en riesgo la fortuna de 30 millones de euros que afloró en una investigación de la Agencia Tributaria iniciada a raíz de su detención en 2003.

El fallo del alto tribunal confirma la sentencia que 18 meses antes le condenó a 10 años de prisión y una multa de 70 millones de euros que ahora se rebajó a más de la mitad en aplicación del nuevo Código Penal. La venta de la embarcación Nautillus, construida en el astillero Dorado, de su propiedad, y que dio cobertura al transbordo de casi siete toneladas de cocaína, fue el principio del fin del multifacético empresario arousano.

Con la sentencia firme será muy difícil que conserve bienes y negocios
El contrabandista siempre alegó que consiguió el dinero con el tabaco

Sus abogados nada pudieron hacer para enmendar el fallo de la Audiencia Nacional y ahora será mucho más difícil convencer al tribunal que le juzgará de que parte de su enorme patrimonio que inmovilizó el juez Grande Marlaska desde 2009 no lo adquirió con dinero del narcotráfico sino con el contrabando de tabaco, como el propio Marcial Dorado declaró.

Una duda razonable que ha sido sistemáticamente desestimada por las investigaciones que dirigió el juez Marlaska y que durante más de tres años se instruyeron bajo secreto de sumario. Ahora, el Supremo confirma los indicios y las pruebas para acusar a Dorado de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.

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El punto de inflexión para los investigadores fue el hallazgo en paraísos fiscales de varias cuentas bancarias en Suiza con un saldo de 1,8 millones de euros, luego en Bahamas, donde se localizaron varios depósitos de 1,5 millones de euros, y también en Portugal, de alrededor de 300.000 euros. En España se bloquearon cuentas por importe de 514.220 euros.

Las pruebas parecían contundentes. De hecho, Marcial Dorado fue detenido en noviembre de 2009, cuando se encontraba en libertad provisional y asistiendo como imputado a las sesiones del juicio, mientras el veredicto del tribunal se conoció un año después y ahora ha sido ratificado por el Supremo. Junto a Dorado también se sentarán en el banquillo como imputados tres de sus hijos y su actual esposa. Como supuestos colaboradores y testaferros están acusadas otras 20 personas, entre ellas dos conocidos abogados de Madrid, Félix Pancorbo Nogueruela y su esposa Rosa María Stampa Rodríguez, que, según el juez, fueron cómplices necesarios en la reciente estructura societaria que vertebró Dorado para ocultar su participación, desde mediados de la pasada década.

Grande Marlaska afirma en el auto de prisión que la participación de ambos letrados va mucho más allá del asesoramiento profesional. Se refiere el juez a la constitución de las sociedades Avenida da Ponte y Global Taunt que absorbieron parte de la titularidad del patrimonio que estaba a nombre de otras empresas por importe de 1,6 millones de euros.

En 2006, Félix Pancorbo no solo llegó a comprar todas las participaciones de Global Taunt sino que, además, según el juez, se autonombró administrador único y trasladó el domicilio social de la empresa a su despacho profesional. Casi al mismo tiempo compró a Petrogalicia, una de las empresas insignia de Marcial Dorado, y a Anfra Sistemas, 39 fincas.

Otros de los personajes clave en la última etapa del famoso contrabandista de A Illa de Arousa, son el ex guardia civil José Manuel Sánchez Zabala y la gestora administrativa Sara Sánchez Rodríguez. Zabala perteneció a la Unidad Central del Grupo de Investigación Fiscal de la Guardia Civil y fue testigo a favor de Dorado en el juicio por cohecho en sus épocas de contrabandista. Ambos acusados gestionaron los negocios que Dorado tenía en el sur de España y Marruecos a través de la sociedad Programallo.

A las puertas del juicio, Dorado Baúlde se enfrenta a una condena de seis años por blanqueo de dinero y otras de un mínimo de tres años por delito fiscal, además de multas millonarias y la pérdida de todos los bienes que están embargados preventivamente así como de múltiples negocios que han sufrido un colapso con el bloqueo de las cuentas bancarias.

Una interminable lista de propiedades

Desde la redada contra los contrabandistas que paralizó la Ría de Arousa, en diciembre de 1983, Marcial Dorado, que lideraba su propia banda y logró huir a Portugal, comenzó a conquistar un emporio económico que con los años se convirtió en el mayor y más sólido de los muchos que se levantaron en Galicia con el negocio del tabaco y las drogas.

Con buenos asesores y contactos, Dorado supo invertir las enormes ganancias que generaban las descargas de tabaco que acabó desviando al Levante y al País Vasco. El sector inmobiliario y petrolífero fue la base de sus negocios desde principios de los noventa, que luego extendería al sur de España, norte de África, Portugal y Liechtenstein a través de distintas sociedades. Hasta Panamá, Belice y en las Islas Vírgenes Británicas le siguió la pista Hacienda.

Tras su detención en 2003, la Agencia Tributaria comenzó a hacer un inventario de sus bienes, una complicada recopilación que tardó seis años. El patrimonio inmobiliario supera los 15 millones de euros.

En este largo repertorio aparecen cuatro fincas en Portugal, dos de ellas muy extensas y dedicadas a la producción de vino. Finza Quinta do Feital, en Caminha, tiene una superficie de 153.000 metros cuadrados, vivienda, capilla y otras instalaciones anejas. También la Quinta do Dorado, en Malgaço, cuenta con 25.000 metros cuadrados.

Un ático, un aparcamiento de cuatro plantas, un chalé de 600 metros cuadrados y dos pisos fueron intervenidos en Vilagarcía, así como su casa de A Illa de Arousa, un solar, otro chalé de 280 metros cuadrados, una antigua fábrica de salazón en Vilanova de Arousa, además de 150 fincas rústicas entre los tres municipios. En Pontevedra se inventarió un piso, dos en Santiago y 10 locales comerciales, así como cinco fincas en Caldas. En Ávila se localizaron 50 hectáreas en fincas, otras propiedades en Madrid y León, así como un chalé de 192 metros cuadrados con finca en Sevilla. En Málaga, se intervinieron cinco locales comerciales, un aparcamiento de cinco plantas, de 4.446 metros cuadrados, un ático, 10 apartamentos y un piso.

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