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Medio centenar de bodas en el aire por la clausura de una finca

La empresa carece de licencia de actividad y ha instalado una carpa para las celebraciones en terreno protegido

Juan Diego Quesada

El concejal de Medio Ambiente de Villaviciosa de Odón, Miguel Ángel Ron, ordenó hace una semana la clausura de una finca donde se celebraban bodas por no tener licencia ni informe favorable de actividad del parque del curso medio del Guadarrama. La empresa que organiza los enlaces en La Chopera, como se conoce esta villa con amplios jardines y una capilla, recurrió la decisión porque no se habían seguido los trámites legales. La policía levantó el precinto y desde entonces se ha abierto un periodo de 15 días para que presenten alegaciones.

La decisión del Ayuntamiento de Villaviciosa ha dejado en el aire unas 50 bodas que tenía contratadas La Chopera para este año y el siguiente. "Los informes técnicos desaconsejan dar una licencia de actividad en este lugar e incluso se recomienda su demolición", cuenta el concejal, quien añade que la Policía Local vigilará esta temporada los eventos que allí se celebren.

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La empresa pidió en 2007 una licencia para construir la carpa y no obtuvo respuesta. Sus responsables, que consideran que el concejal ha actuado con demasiada celeridad y saltándose trámites imprescindibles, entienden que la solicitud era positiva por silencio administrativo. Un portavoz de la empresa, que ha pedido ahora la licencia de actividad, asegura que cinco parejas han cancelado su boda en la finca y que con su posible cierre se pone en peligro el trabajo de 40 personas.

La Comunidad de Madrid multó en 2009 a la empresa con 50.000 euros por una infracción medioambiental grave, ya que el terreno donde se ubica la carpa está protegido. La empresa recurrió esa multa y pide ahora que se deslinde del parque regional parte de la finca. "Nuestros técnicos y abogados han revisado la cartografía y entienden que estamos en realidad fuera del parque", añade el portavoz.

El amago de cierre del negocio ha tenido consecuencias. Una de las mujeres que iba a casarse en septiembre de 2012, que prefiere no facilitar su nombre, ha firmado la rescisión del contrato. La organizadora le ha devuelto los 3.300 euros que había entregado de señal. "He pasado una semana horrible, y como yo, todos los novios que teníamos pensado casarnos en esa finca, que es preciosa. Pero he decidido echarme atrás por la incertidumbre", explica. En un foro de bodas las parejas y los organizadores han mantenido un intenso debate sobre el asunto.

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La polémica por las licencias de La Chopera surgió a raíz de una investigación de la Fiscalía de Móstoles. La Fiscalía estuvo investigando al juez de paz de Cabanillas del Campo, un pueblo de Guadalajara, por haber casado a decenas de parejas fuera de su jurisdicción. Durante las pesquisas, el fiscal tuvo conocimiento de que la finca, donde ofició el juez, no tenía licencia y que se podría estar cometiendo un delito medioambiental. La Fiscalía pidió un informe al Ayuntamiento y este contestó: "Se trata de suelo no urbanizable sujeto a protección medioambiental (...) se comprueba que únicamente existe una solicitud para reparación de vallado".

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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