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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Vuelta de los cuartos de final

"Inglaterra es mi hábitat natural"

Mourinho recalca su idea de regresar a la 'Premier' y rechaza que el partido de Liga ante el Barça pueda influir en la final de Copa

Diego Torres

La escalera mecánica que sube hasta la boca del metro de la estación de Seven Sisters, en Tottenham, se llenó de madridistas que se dirigían al campo entonando cánticos. Al escucharlos, los hinchas del equipo del barrio comenzaron a canturrear una melodía de dos notas, dos sílabas, evocadoras del ídolo enemigo: "Meeeesssseeeeee, Meeeeesssseeee...". La reacción de los españoles fue airada: "¡Messi es un enano!". Más adelante, en la zona noble de White Hart Lane, unos aficionados detectaron a Osvaldo Ardiles, la leyenda del Tottenham, que subía las escaleras con una agilidad insospechada en un cincuentón gordito. Le preguntaron qué le parecía el partido que se estaba a punto de disputar y los miró con ojos vivaces, como de ardilla, mientras respondía: "Yo ya no estoy para jugar, si no, le podría echar una mano al Tottenham. En cualquier caso, este ya no es un partido importante. Partidos de verdad son los que jugarán el Madrid y el Barça a partir de este sábado. ¡Yo soy hincha del Barça!".

El clásico español flotaba en el aire primaveral de Inglaterra. Los aficionados al fútbol, en cualquier lugar del mundo, piensan en una serie de enfrentamientos que prometen épicos. En el vestuario del Madrid también piensan en lo que queda de este mes de abril en clave de clásicos. Sin embargo, el técnico, José Mourinho, quiso mostrarse indiferente al asunto cuando acabó el partido y solo le hicieron preguntas relativas al clásico. "No hablaré de los próximos partidos", zanjó, cuando le preguntaron si proyectaba poner a Pepe y a Marcelo en el medio campo, para blindarse frente al Barcelona.

"Pienso que cada partido es un partido", dijo Mourinho, con tono pastoso, como saliendo de una profunda siesta. "La forma de los equipos no es muy importante. Lo que pase en un partido no tiene ninguna influencia en lo que pase en el siguiente. Hay gente que piensa que quien gane el primero llegará mejor al segundo... Mi teoría es muy básica. Cada partido es un partido. Juegas el primero y cuando terminas el primero te preocupas por el segundo. Cuando llegue a Madrid pensaré en el fútbol de nuevo y analizaré el partido del sábado. Cuando termine el primer partido, pensaré en el segundo".

A su manera, con aire esotérico, Mourinho insinuó que es un improvisador nato. Esta declaración contradice la versión que lo señala como al entrenador más calculador del mundo. Le preguntaron si consideraba que su objetivo esta temporada podía darse por satisfactorio y sonrió. "Estoy en el fútbol desde hace mucho como para saber que la regla son los resultados", replicó. "Puedes preparar muy bien a un equipo y hacer un gran trabajo pero si no consigues resultados... Te juzgan por los resultados. El fútbol es así. No espero otra cosa. Pero no es suficiente con llegar a la final de Copa o a la semifinal de la Champions. Es necesario algo más".

Mourinho sabe que en España convive fatalmente con uno de los mejores equipos de la historia. Lo recalcó ayer su colega, el técnico del Tottenham, Harry Redknapp: "El Madrid lo tendrá muy difícil. El Barcelona es el mejor equipo que he visto en los últimos 35 años".

Mourinho sabe que le esperan días de luchas y fatigas. Quizá le abrume un poco el futuro inmediato. Quizás el sonido de White Hart Lane y su público apasionado le recordaron tiempos mejores y le invitaron a soñar con el regreso.

"Inglaterra", confesó, "es mi hábitat natural. Es donde quiero volver. Después del Madrid... Si antes no me echan los periodistas".

Gomes tras cometer el error que propició el gol del Madrid.
Gomes tras cometer el error que propició el gol del Madrid.STEFAN WERMUTH (REUTERS)

"El Barça no es de otro mundo", dice Cristiano

Una vez cumplido el trámite ante el Tottenham, el Madrid mira hacia el Barcelona. Un rival inquietante, aunque Cristiano Ronaldo le restara méritos: "Los jugadores del Barcelona no son de otro mundo, son como nosotros. El que falle menos, ganará... Puede pasar de todo. El que ríe el último ríe mejor y espero que sea el Madrid".

"Nos conocemos perfectamente, va a ser una eliminatoria intensa", razonó Xabi Alonso. "Hay que ir poco a poco para hacer las cosas bien, esa es la mejor fórmula... Del 5-0 hace mucho tiempo, estamos en un momento diferente de la temporada", opinó. "En casa queremos demostrar que somos fuertes", se conjuró Carvalho. El defensa se perderá la ida de semifinales porque vio una tarjeta amarilla y estaba apercibido. "La única falta que he hecho me he llevado la tarjeta. Son cosas que podría evitar, pero sí que era amarilla", reconoció.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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