El PSOE intenta que Rubalcaba y Chacón no luchen por los avales

Si hay más de un candidato, "democracia y democracia". Esta máxima del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a los suyos es asumida por toda la dirección del partido y lleva implícita la decisión de ser neutrales ante los candidatos que puedan presentarse para la candidatura a la presidencia del Gobierno, según reiteración de miembros de la ejecutiva. Ahora bien, la búsqueda de avales de los candidatos (22.000 en cada caso) lleva inexorablemente a la división y puede que también al enfrentamiento, cuando no a la quiebra de algunas federaciones, porque muchas pueden partirse por la mitad según sus preferencias. El aparato del partido no oculta que tratará de mitigar al máximo ese efecto de las primarias que se pondrán en marcha en un comité federal del próximo 28 de mayo. Aunque de momento, la fórmula no esta clara.

Iglesias tiene que presentar unas normas que cubran todos los supuestos

La propuesta más sencilla de que el comité federal proponga a los dos presuntos candidatos más evidentes, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, para evitar que tengan que recorrer las federaciones pidiendo los avales, paso previo a la campaña propiamente dicha, choca con escollos políticos y jurídicos.

El aparato trabajaba con la hipótesis de que el comité federal pudiera proclamar candidatos tanto a Rubalcaba como a Chacón. Es una de las tres fórmulas que prevé el Reglamento del PSOE de elección de candidatos, que señala, sin especificar porcentajes, que los aspirantes pueden ser propuestos "con el aval", del comité federal.

Pero ese plan presenta algunas dudas relevantes. ¿Por qué el federal puede avalar a Rubalcaba y a Chacón y no a un militante de León, Cádiz o Menorca, que también esgrima su derecho a ser candidato? En todas las primarias la posibilidad de que militantes desconocidos presenten su candidatura es muy alta, señalan en la dirección socialista. Y si las normas no son claras podría producirse una vulneración de derechos denunciable ante los órganos de garantías del partido e incluso ante los tribunales ordinarios. Para evitar problemas, la secretaría de Organización, que dirige Marcelino Iglesias, ha encargado a los servicios jurídicos del PSOE un informe con posibles fórmulas en las que para ser propuesto por el comité federal haya que reunir "algunos requisitos", aún por determinar. Por ejemplo, tanto Rubalcaba como Chacón, ambos ministros, pertenecen a la Ejecutiva Federal.

Hay tiempo para estudiar todas las posibilidades, dado que Iglesias tiene que presentar la propuesta del desarrollo de primarias en la reunión de la ejecutiva que se celebrará el 23 de mayo, es decir, al día siguiente de las elecciones municipales y autonómicas, como decidió Zapatero. Esa ejecutiva convocará un comité federal para el 28 de mayo que deberá aprobar la propuesta de la ejecutiva. "Se trata de que cualquier situación que surja tenga respuesta reglamentaria: un candidato, dos o más", señalan en la ejecutiva.

Si solo hay uno, la propuesta nacería de la ejecutiva federal que puede hacerlo "por mayoría", y, después se llevaría con seguridad "al aval del comité federal". Pero en el aparato no rechazan en absoluto que, finalmente, los candidatos recurran a la recogida de avales del 10% de los militantes del PSOE. En estos momentos el censo es de 220.000 afiliados al corriente de pago de sus cuotas, pero el válido para las primarias se cerrará el próximo 30 de abril. Por tanto, los candidatos tendrían que obtener la firma de 22.000 compañeros. Este escenario es el que menos agrada al aparato, por experiencias anteriores. La última, en Madrid, entre Tomás Gómez y Trinidad Jiménez. Aunque ambos mantuvieron las formas, los respectivos partidarios transmitían acusaciones de juego poco limpio.

En este caso, el PSOE se juega mucho porque se trata de elegir al candidato a la presidencia del Gobierno y, por tanto, quien gane debe tener un apoyo y legitimidad total de la organización.