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Isabel Muñoz se alía con Unicef en defensa de la infancia

Tras años de deliberaciones, en noviembre de 2009 se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Y para celebrar el 20º aniversario, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, institución más conocida como Unicef, se alió con la fotógrafa Isabel Muñoz para que hiciera un retrato de la infancia mediante imágenes de niños de una veintena de países. Tarea en la que participaron más de 200 personas de diversas organizaciones no gubernamentales e instituciones públicas, y que contó con la ayuda de los periodistas de El País Semanal Pablo Guimón, Lola Huete, Rafael Ruiz, Quino Petit y Sergio C. Fanjul.

De hecho, el resultado de la aventura humana de Isabel Muñoz se vio reflejado el domingo 15 de noviembre de 2009 en las páginas de la revista semanal de EL PAÍS, en un número especial titulado Nuestro pequeño mundo. Y ahora llega a Valencia una exposición que recoge aquel trabajo, comisariada por Manuel Blanco, tras un éxito de participación en Madrid y en Barcelona.

La Sala de la Muralla del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) ofrecerá hasta el próximo 26 de junio los retratos de niños como Tyrel Arzu, de Belice, Izana Jorgensen, de Filipinas, Rozi, de India, o Dana Dabija, de Moldavia. Y exhibe los tesoros que acumulan en sus rincones favoritos la turca de 6 años Gigdem Sen, la nepalí de 7 Gita B. K., o Najha, libanés de 10 años. También cuenta las historias conmovedoras del ugandés de 17 años Paul, 10 años preso de la guerrilla, de la refugiada Kurda Joana, sin hogar a sus 11 años, o de Nouhou Yacouba, que a sus 14 años vive con una banda, "su nueva familia", en Níger.

La exposición, con paneles de los retratados en blanco y negro o en color, y muchos de ellos retratados, recogen las distintas historias a la vez que desglosan los distintos artículos de la CDN. "No podemos vivir sin esperanza", explicó ayer la fotógrafa, Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes de 2009, premio PhotoEspaña del mismo año, y World Press Photo de 2000. Y por eso no son imágenes tristes o de niños enfermos o mutilados. A menudo sonríen a pesar de sus pesares. "Tiene el don de atacar con la belleza", resumió Blanco.

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