El ladrillo y la política ahogan a la CAM
En septiembre de 2006 se pinchó la burbuja inmobiliaria. El incremento del crédito hipotecario tocó la locura con una tasa del 25,7% y empezó a bajar en picado. Unos meses antes del escalofriante acontecimiento, había alguien que no lo esperaba. Era el gestor de la cuarta caja de España, con casi 50.000 millones en créditos entonces, 1.000 oficinas y 7.000 empleados: Roberto López Abad.