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Urkullu advierte de que Bilbao puede ser "trofeo de caza" para PSE y PP

Azkuna ofrece continuidad en su gestión de "cuentas limpias y ordenadas"

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, expresó ayer su advertencia de que la alcaldía de Bilbao pueda convertirse en un "trofeo de caza" que exhiban el PSE-EE y el PP después de las elecciones de mayo. Pese a los aparentemente escasos riesgos de que Iñaki Azkuna vea amenazada su reelección, el PNV quiere activar todas las alarmas para que su electorado no se acomode ni dé nada por garantizado, ni siquiera la alcaldía de la única capital que gobierna.

Urkullu realizó la advertencia durante un breve y sencillo acto de presentación de Azkuna como candidato a la alcaldía bilbaína, celebrado ayer en el quiosco del Arenal, con la asistencia de su equipo y de unas decenas de cargos electos e internos del partido.

El alcalde de Bilbao advierte del fin de las subvenciones "a troche y moche"

El presidente del PNV aprovechó para hacer hincapié en la necesidad de no creer a socialistas y populares cuando afirman que no tienen intención ni compromiso para extender de manera automática a ayuntamientos o diputaciones el pacto de bases para el cambio que les da mayoría en el Parlamento y que sostiene a Patxi López y al PSE-EE al frente del Gobierno.

Urkullu usó el cierre de filas de PSE y PP tras las diferencias evidenciadas la última semana para poner en duda que finalmente ese pacto no vaya a darse allí donde la suma de mayorías lo haga útil. En el acto estuvo presente el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, también aspirante a la reelección como Azkuna y sobre quien planea más el riesgo si no obtiene por sí mismo mayoría absoluta.

Urkullu alabó los avances de la capital vizcaína que atribuyó a la gestión de Azkuna, en términos de "limpieza, vitalidad económica, habitabilidad, vanguardismo cultura, arquitectónico o incluso gastronómico o proyección internacional".

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Azkuna, por su parte, prometió "continuar con la buena gestión" al frente de la alcaldía, que resumió en "cuentas limpias y ordenadas", y declaró "compatible con la austeridad y las ideas, y abogó también por una mayor internacionalización de la ciudad. En todo caso, su nuevo mandato, que dio por hecho que estará condicionado por la continuidad de la crisis económica, se caracterizará por "gastar menos y siempre en cosas reales", como la seguridad, las inversiones, las infraestructuras, la cultura y en proporcionar condiciones favorables para que los emprendedores generen riqueza y empleo, según dijo. Respecto a este último, advirtió que "no se crea ficticiamente" ni a base de dar subvenciones "a troche y moche". "Esto se acaba", advirtió, tras señalar que, en todo caso, esas políticas son "pan para hoy y hambre para mañana". "El empleo se crea a base de empresarios, de grandes, medianas y pequeñas empresas", aseveró.

Azkuna mostró su orgullo por la alta calificación que la administración municipal de Bilbao obtiene en las clasificaciones del conjunto de España. Azkuna señaló que la transparencia en sus cuentas no es una garantía absoluta frente a la corrupción: "todos tenemos pecados y cometemos errores", dijo, ni una vacuna que inmunice contra ella al ayuntamiento que preside, pero sí "ayuda a alejarla", sostuvo.

Azkuna abogó por mantener los servicios básicos de la ciudad y el nivel de seguridad. Además, señaló que en el mandato entrante la ciudad "metabolizará" la Alhóndiga, el palacio de Deportes de Miribilla, el nuevo Ayuntamiento o los centros de mayores y de distrito. Bilbao seguirá "en primera línea del desarrollo urbanístico", señaló, con la nueva entrada por San Mamés, el campus universitario, el soterramiento de Feve en Irala o el arreglo de los muelles.

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