Internacional
Guerra civil en Libia
A diferencia de lo que ocurrió hace ahora exactamente ocho años en vísperas de la guerra de Irak, los grandes países de la Unión Europea están esta vez de acuerdo en recurrir juntos al uso de la fuerza para proteger a los rebeldes frente a Muamar el Gadafi.
Nicolas Sarkozy, un dirigente que se crece en los grandes desafíos y naufraga en los asuntos domésticos, va camino de liderar la coalición internacional formada para derrocar a Gadafi.
La Unión Europea y la OTAN valoraron ayer la resolución del Consejo de Seguridad a favor de la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia, pero estuvieron lejos de alcanzar la unanimidad sobre quién, cuándo y cómo aplicarla.
"La comunidad internacional no se va a dejar engañar por el régimen libio y va a verificar con todos los medios a su alcance el cumplimiento estricto de la resolución". El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió ayer con inusitada firmeza al anuncio de alto el fuego realizado por las autoridades de Trípoli inmediatamente después de que Naciones Unidas diese luz verde al uso de la fuerza.
El Gobierno está dispuesto a participar con seis cazabombarderos F-18 en la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia "si resulta necesario", indicaron ayer fuentes gubernamentales.
El anuncio de un alto el fuego inesperado en Libia dejó ayer desconcertados a partidarios y detractores del coronel Muamar el Gadafi. Fue la respuesta oficial del régimen a la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que permite el uso de la fuerza para imponer una zona de exclusión aérea sobre el país.
Ola de cambio en el mundo árabe
El sepulcral silencio de la gran mayoría de los 22 Estados de la Liga Árabe solo fue roto ayer por el secretario general de la organización que les agrupa, Amr Musa, quien expuso con claridad el temor que embarga a sus miembros: "El objetivo primordial es proteger a los civiles, y no invadir (...) un país".
Ola de cambio en el mundo árabe
Al menos 46 personas resultaron muertas y 400 heridas en Saná durante una manifestación para pedir la dimisión del presidente, Ali Abdalá Saleh. Los participantes en la protesta acusan de la matanza a policías de paisano que dispararon desde las azoteas.
El Ejército de Bahréin demolió ayer el monumento a la Perla, que se había convertido en el símbolo de la contestación popular contra la monarquía de los Al Jalifa. Pero ese intento de borrar la imagen del descontento choca con la determinación de quienes protestan.
Catástrofe en el Pacífico
El peor desastre nuclear que vive el mundo desde Chernóbil, en 1986, podría acabar de forma similar para sus instalaciones. Tokyo Electric Power (Tepco), la operadora de la central atómica japonesa de Fukushima I, que desde hace una semana tiene al mundo en vilo por sus fugas radiactivas, aseguró ayer que está estudiando la posibilidad de sellar los reactores con un sarcófago realizado con arena y hormigón para poner fin al riesgo de una fuga masiva de radiación.
"Ahora es el momento de estar unidos para ayudar a las víctimas del terremoto y a quienes luchan por salvar a todo el país de una catástrofe mayor en Fukushima, después nos movilizaremos para forzar un cambio en la política energética nacional", afirma el doctor Nanao Kamada, presidente de la Fundación de Apoyo a los Supervivientes de la Bomba Atómica de Hiroshima.
Frente al empeoramiento de la situación en Japón y la decisión de Bruselas de controlar las centrales europeas, la fe nuclear del Gobierno italiano empieza a crujir. "Tenemos que pararnos un momento y razonar sobre lo que estamos a punto de hacer.
RAFAEL MÉNDEZ | Madrid
Los expertos debaten si hará falta enterrar la central y crear una zona de exclusión
Barack Obama inicia hoy en Brasil una complicada visita en la que los intereses económicos de ambos, multiplicados por el crecimiento acelerado de la economía de este país, se combinan con el interés del Gobierno brasileño de competir con Estados Unidos como potencia mundial y de aspirar a un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Todas las imágenes posibles del expresidente haitiano Jean-Bertrand Aristide las sacaron ayer a la calle miles de haitianos, para darle la bienvenida al Aristide de traje y corbata a rayas que, a las 9.40 de la mañana, aterrizó en el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe después de siete años de exilio.