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TELEVISIÓN

Año sabático para 'OT'

"Necesita una fuerte renovación", dice Telecinco

Rosario G. Gómez

El abrupto final de Operación Triunfo ha abierto un paréntesis que no se cerrará hasta 2012. Telecinco quiere darle un largo descanso al formato musical más mediático de la última década. "Es un programa que tendrá que descansar un año", dice un alto directivo de la cadena. En este tiempo será sometido a un profundo lavado de cara. "Habrá que redefinirlo. Concursos con gente que canta son algo eterno, pero hay que cambiar la fórmula. Necesita una fuerte renovación".

Hasta ahora, la fórmula llevaba en su ADN el éxito. Pero algo ha fallado en esta edición. Quizá las tensiones entre la cúpula de Gestmusic, la productora del programa, y la de Telecinco. Pese a los movimientos en la parrilla (se experimentó con la noche del domingo y la del lunes), OT no consiguió llegar a la cota de audiencia pactada para seguir respirando. Paró en la quinta gala con la cláusula de audiencia en la mano.

Consciente de que OT es un programa muy difícil -"y muy caro, cuesta el doble que una ficción nacional"- se retrasó el inicio de esta entrega, prevista en principio para el pasado septiembre. Telecinco atribuye parte del fracaso a la elección del jurado, de los profesores y de las canciones. La cadena salva a los concursantes y a la presentadora, Pilar Rubio, pese a que "la prepararon muy mal". "Cuando la fichamos y la proponemos para ¡Mira quién baila!, la productora la cuidó, le dio consejos. En OT se encontraba con el reto de suceder a Jesús Vázquez, el mejor presentador de programas de entretenimiento. Pero no la prepararon. OT es un espacio muy complejo, se desarrolla en un plató muy grande y la cambiaban de posición continuamente. Prácticamente la tiraron a una piscina sin agua", dice el mismo directivo.

Sin embargo, Telecinco sabe que un programa no se hunde porque el presentador no lo haga bien. ¿Qué factores fallaron entonces? "Habíamos acordado un jurado muy fuerte y también profesores e invitados muy potentes. Pero el jurado era bastante modesto y los profesores, normales". La cadena pidió que volviera Nina. Así ocurrió, aunque tampoco fue la salvación. "OT había perdido dinamismo. Se había convertido en un programa buenista", añade el alto ejecutivo. La productora ha eludido hacer comentarios.

Telecinco tenía en la cabeza los tiempos en los que Risto Mejide, provocador nato, encendía al público con sus demoledores comentarios. Pero en esta edición no podía estar Mejide. En primer lugar, porque su contrato con Telecinco había expirado el 31 de diciembre. En segundo, porque su agencia publicitaria estaba detrás de una campaña corporativa para Antena 3 que, bajo el lema Pone, era un ataque sutil a Telecinco. "Renunciamos a Risto, pero los productores debieron haberlo sustituido por alguien con chispa. El jurado era muy blando".

El tercer pilar que, según Telecinco, falló en Operación Triunfo fue la música. "La elección de las canciones fue equivocada. La gente tiene que entender lo que se canta. Quiere canciones populares. Si se apuesta por temas ingleses la gente no los canta", explica.

Por culpa de unos o de otros, o por el simple desgaste que el paso del tiempo produce en el formato (van ya ocho ediciones), OT empezó, en enero, con una cuota del 17,3% y 2.778.000 seguidores, pero en pocas semanas descendió al 13%. Se había situado por debajo de la media de la cadena y las alarmas se encendieron. Telecinco cortó por lo sano y canceló el programa. Tras un año sabático, renacerá.

Pilar Rubio, presentadora de <i>Operación Triunfo.</i>
Pilar Rubio, presentadora de Operación Triunfo.

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